12 errores en el social media de las empresas

En el afán por mantener la reputación corporativa de una empresa sería un error hoy en día darle la espalda al mundo  digital que estamos viviendo y que, con o sin nosotros, va a seguir avanzando. Las empresas deben involucrarse progresivamente en ese mundo y, para ello, desde el equipo de digital de Estudio de Comunicación os dejamos 12 errores a evitar en el entorno social media:

  1. No analizar si debemos  estar registrados en alguna plataforma digital: muchas empresas rechazan la idea de crearse perfiles en las diferentes redes sociales por temor a la sobreexposición y/o la vulnerabilidad que ello conlleva. No obstante, las cuentas sociales ofrecen seguridad para muchos clientes o interlocutores de la empresa, que se fían más de alguien al que pueden buscar y con el que pueden interactuar antes que alguien que se oculta a su público online.
  2. Estar en todas las plataformas: los excesos son malos. Al igual que no es recomendable que una empresa se quede al margen de las tendencias digitales, tampoco conviene abusar de la libertad que nos ofrecen las plataformas sociales y registrarnos en todas. Hay que conocer con sensatez qué tipo de redes sociales existen y con cuáles encajamos nosotros. Por ejemplo, Twitter o Linkedin suponen buenas herramientas para mantenernos conectados en el ámbito profesional, mientras que tik tok supondría una pérdida de tiempo para la gran mayoría de las empresas, al estar destinado a otro tipo de públicos y actividades que no son de interés para un perfil corporativo.
  3. Contenido irrelevante para los seguidores: aunque nuestra primera reacción al generar contenido para una red social es poner en valor nuestros propios intereses, hay que tener muy en cuenta a quién va dirigido, y adaptarnos a los intereses de quienes nos siguen. Por ejemplo, si la mayoría de nuestros seguidores son periodistas, lo lógico será redireccionar parte de los contenidos a proporcionar información de calidad y veraz; si, por el contrario, nuestros seguidores son clientes, agradecerán que publiquemos información sobre productos u ofertas.
  4. Falta de constancia al publicar contenidos: las redes sociales son un mundo exigente, así como lo es la vida de los negocios. Por esto, nos exponemos a una fuga de seguidores si no alimentamos con frecuencia de contenidos nuestras cuentas digitales.
  5. Descuidar la imagen: al igual que los profesionales mantenemos un aspecto limpio y formal a la hora de atender clientes, lo lógico es seguir la misma estrategia con nuestro perfil digital. Sin embargo, a nuestro Twitter no podemos ponerle una corbata, por lo que hay que seguir los códigos de imagen que nos dicta la tendencia digital. Que falte la foto de perfil, que la biografía esté desactualizada, que no ofrezcamos datos de contacto, o nos olvidemos de adjuntar hipervínculos sólo sembrarán desconfianza entre los usuarios de la plataforma.
  6. Desatender la interacción con los seguidores: el contenido no es sólo para demostrar lo bien informados que estamos, o los maravillosos servicios que ofrecemos. También está para mantener contacto directo con nuestros seguidores, es decir, los principales interesados en saber qué contamos y, lo más importante, potenciales clientes. Todo contenido publicado bajo nuestro sello debe ser susceptible de ser respondido o compartido. Debemos pensar los contenidos desde la perspectiva de los usuarios digitales.
  7. No seguir las tendencias: de igual manera que leemos los periódicos y vemos los telediarios para mantenernos informados, hay que conocer de qué se está hablando en la red, ya que muchas veces las plataformas sociales son más rápidas y se adelantan a los medios de comunicación convencionales. Ofrecer la información más rápida a nuestros seguidores, es decir, periodistas, clientes y compañeros del sector, puede granjearnos su confianza y su interés. Eso sí, ¡contrastando siempre la veracidad de lo publicado!
  8. Ignorar los algoritmos: es como jugar a un juego sin conocer sus reglas, o tratar de conducir un coche sin saber si es diésel o eléctrico. Estar al tanto de los cambios operativos de las plataformas, el funcionamiento de sus algoritmos y sus códigos, supone escalar en la visibilidad y, por tanto, ampliar nuestro alcance. Para conocer más acerca de este tema tan fundamental y comprender por qué nos cuesta tanto sumar seguidores e interacciones, os recomendamos nuestro post acerca de los algoritmos y cómo vencerlos. Aunque no merece la pena romperse la cabeza: existe un problema evidente con las actualizaciones de los algoritmos en diversas plataformas digitales. YouTube, el imperio del vídeo, está experimentando una fuga de contenido de calidad al visibilizar a los más sensacionalistas. Te lo contamos aquí.
  9. No conocer a nuestro público: es preferible especializar nuestros contenidos para un público más reducido pero fidelizado que tratar de abarcar multitudes heterogéneas. Más seguidores no siempre implica más interacción, que es lo que realmente buscamos.
  10. Apuntar a los seguidores en masa y no a las interacciones: al hilo de lo anterior, la clave para tener éxito en las redes sociales es ser relevantes de verdad.
  11. Contenido estancado: aunque suene evidente, conviene recordarlo. El contenido con mayor facilidad de dinamización es el fresco, el diferente, el que utiliza buenos diseños y no se queda atrás.
  12. No dedicarle tiempo ni personal: invertir en redes sociales es invertir en reputación, imagen y posicionamiento, y por ello es importante dedicarle tiempo y un equipo suficiente de personas.

Por Mérida Miranda, consultora en Estudio de Comunicación.

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