Atención… llegan los proxy advisor

La Securities and Exchange Commission (SEC) ha convocado para el próximo 5 de diciembre en su sede de Washington una mesa redonda para discutir sobre los servicios de las firmas asesoras de voto para inversores institucionales y asesores de inversiones. En dicho encuentro, al que está previsto poder acceder vía webcast, casi seguro que se  pondrán de manifiesto algunas de las controversias que hoy giran en torno a estos nuevos actores del mercado. Los proxy advisors, verdaderos intermediarios entre inversores institucionales y compañías cotizadas, van ganando peso en el sistema español y sus análisis y recomendaciones pueden ser decisivos para la toma de decisiones por parte de grandes inversores en muchas de nuestras más emblemáticas compañías.

Las cotizadas españolas ya no tienen que lidiar solamente con los informes de los tradicionales analistas. Los proxy advisors o Firmas asesoras de voto, nacidos en Estados Unidos, son ya una de las figuras que copan la atención de  algunas de nuestras más destacadas empresas  del parqué. Y es que asegurarse el voto a favor de los inversores institucionales -clientes a la postre de los proxy advisors- en las propuestas presentadas en las Juntas Generales de Accionistas, es uno de los objetivos fundamentales de los Consejos de Administración. Porque aunque los grandes inversores no siempre puedan bloquear las propuestas presentadas, sí pueden con su voto en contra causar un grave daño a la imagen y reputación de la Compañía en cuestión.

Durante la temporada de Juntas de Accionistas un solo inversor cualificado puede tener que llegar a votar en más de 15.000 sociedades cotizadas durante un breve periodo de tiempo y en lugares muy dispares geográficamente, según se señala en un informe de Georgeson que bajo el titulo el “ABC de los Proxy Advisors” ha sido publicado recientemente por el Club de Excelencia en Sostenibilidad. Los proxy advisors les allanan el camino en la toma de decisiones. La función de estos nuevos e importantes actores, según Georgeson, es facilitar el análisis de las sociedades que forman parte del portafolio del inversor e identificar los principales riegos de Gobierno Corporativo, en cada una de ellas, según lo que estas firmas asesoras de voto consideren como mejores prácticas.

Pero también hay algunos proxy que prestan servicios de consultoría a cotizadas. Y es este punto en el que ya se han alzado las voces críticas por este “rol dual”, así como por la propiedad de las compañías asesoras, pues pueden producirse conflictos de interés. Promover la autorregulación de esta nueva industria mediante la elaboración de un Código de Conducta Marco (CoC) es la decisión tomada por la European Securities and Markets Authorithy (ESMA).

Sea como fuere e independientemente de las disposiciones del CoC, que por cierto no serán vinculantes, es muy importante que nuestras cotizadas adopten criterios de excelencia y transparencia máxima en materia de Gobierno Corporativo. Pero también es prioritario que creen y o maximicen canales de comunicación efectivos y continuados con todos sus accionistas y que potencien los mecanismos de diálogo directo con los inversores institucionales. Como siempre, en la transparencia, en la comunicación y en el diálogo está la base del entendimiento.

 

Por Charo Gómez, Directora de Estudio de Comunicación España. 

@CharoGmez1 

 

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