El tipo de comunicación interna que se implanta en una compañía puede variar en función del tamaño o su cultura empresarial. Sin embargo, independientemente de su condición, hay que comenzar a incorporar activamente estrategias relacionales dentro del plan global de comunicación interna.
Los cambios que las empresas han realizado en la forma de comunicarse con su consumidor deben ser llevados también a este tipo de comunicación. No podemos olvidar que los empleados también son consumidores y que, por lo tanto, en su mayoría, actuarán igual que el resto de nuestros públicos objetivo. Así, aunque con ciertas modificaciones, las nuevas necesidades de esta sociedad de consumo hacen que tengamos que actualizar nuestras propuestas de comunicación interna haciéndolas evolucionar hacia estrategias con un carácter más social y menos informativo.
Teniendo en cuenta la evolución social y la nueva comunicación dinámica a la que nos enfrentamos a diario, es muy necesario que las empresas empiecen a contemplar herramientas sociales que también sean dinámicas. Dentro de sus estrategias de comunicación interna tendrán que contemplar que sean personalizables pero, sobre todo, multidispositivas. No debemos olvidarnos de que el tiempo medio que estamos conectados a otros dispositivos en el trabajo es muy alto, y ya no digamos fuera del mismo…
Hay que hacer un esfuerzo por realizar el cambio comunicacional necesario. Los mismos trabajadores son los que ya no quieren recibir exclusivamente la información, sino que quieren conversar con la compañía, con sus compañeros o poder trabajar desde cualquier lugar en cualquier momento.
En definitiva, debemos ofrecer con nuestra comunicación interna un valor social, siendo necesario hacer un esfuerzo por convertirlo en un proceso interrelacionado, bidireccional y horizontal.
Por Carmen Sotomayor, Consultora de Estudio de Comunicación. España
@Carmn_Sotomayor