El algoritmo de Google, buscador por excelencia y de referencia para millones de personas en el mundo, es uno de los secretos mejor guardados de nuestro tiempo, aunque la verdad es que esta “fórmula secreta”, que tenemos que tener muy en cuenta los que nos dedicamos a las comunicación online, se ajusta entre unas 500 y 600 veces al año.
Uno de los últimos grandes cambios se produjo con la incorporación del colibrí en 2013. Desde entonces se han ido produciendo pequeñas mejoras que nos hacen ver que la tendencia de los buscadores avanza para que los sitios web de más calidad sean los que mejores posiciones ocupen y ahora, según ha publicado Google en su blog hace unos días, elevarán a aquellos que proporcionen una mayor seguridad a los usuarios.
Y, ¿por qué ahora los sitios que ofrezcan más seguridad a los usuarios posicionarán mejor? Pues porque como cuentan desde su blog: la seguridad es una de las prioridades para Google. En primer lugar, obviamente, ponen de manifiesto como sus propios sitios (Gmail, Google Drive, etc.) cumplen estrictos protocolos de seguridad.
Pero, además, destacan que su intención es lograr un internet más seguro, por lo que se preocupan de que las páginas web a las que los usuarios accedan a través del buscador de Google también lo sean. Para ello manifiestan que en un futuro cercano irán dando cada vez más peso a las páginas que en sus protocolos incluyan HTTPS.
Por el momento, según explica la propia compañía, este cambio solo afectará a menos de un 1% de las búsquedas globales. El objetivo de esto es dar tiempo a que los webmasters se pongan las pilas y vayan aplicando los cambios en sus páginas.
¿Qué es el HTTPS?
Las páginas web utilizan en su mayoría http, es decir Hypertext Transfer Protocol, un protocolo a seguir para publicar webs en la red.
Por su parte, el https son las siglas de Hypertext Transfer Protocol Secure se trata de un protocolo que nos permite navegar de manera segura a través de la red. Sería el protocolo que deben utilizar principalmente las páginas de comercio electrónico, bancos, y todas aquellas webs que almacenen datos privados de los usuarios como, por ejemplo, las redes sociales.
Por Silvia Rodríguez, consultora de Estudio de Comunicación España.
@Silvirs
