“Europa supera las 250.000 muertes y busca protegerse de la Covid-19”. “Plasma de hiperinmunes como tratamiento contra el Covid-19”. “Homenaje a las víctimas del Covid-19 en mitad de la tensión política”. “El número de nuevos contagios por Covid-19 se dispara”. “La OMS confirma cuál fue el origen del coronavirus que causó la Covid-19”. “Investigadores españoles descubren un fármaco que reduce drásticamente la mortalidad por Covid-19”. “Un reclutamiento récord en España para acortar plazos contra la vacuna anti-Covid”. “Los cirujanos avisan de que el Covid-19 está desmantelando la actividad quirúrgica en España”.
En los últimos meses, un tema monopoliza la mayor parte de la atención de los medios de comunicación. Y es normal. El mundo está haciendo frente a una crisis sanitaria sin precedentes. Una pandemia, la del Covid-19, con muchas e importantes implicaciones políticas, sociales y económicas que posiblemente cambiará en muchos aspectos el mundo tal cual lo conocemos. Un ejemplo ayuda a visualizar la tragedia en nuestro país: en solo dos meses, el Covid-19 causó más decesos que ninguna otra enfermedad individual o causa externa de muerte en todo un año.
Todo ello llevó a la comunidad científica internacional a iniciar, desde el principio de la pandemia, una carrera contra reloj para trabajar tanto en lo que se refiere a la prevención y el diagnóstico de la patología como en el desarrollo de vacunas y terapias que puedan contrarrestar al nuevo patógeno. Nunca antes se había actuado tan coordinadamente ni con tantos recursos para solucionar un problema. Sin embargo, junto al Covid-19, otras enfermedades, también muy graves y prevalentes, siguen afectando duramente a la población, aunque ya apenas ocupen espacio en los medios: accidentes cerebrovasculares, tumores, enfermedades respiratorias, cardiopatías…
En este contexto, hoy, como cada 19 de octubre, celebramos el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el tipo de tumor más frecuentemente diagnosticado en la mujer. De hecho, se estima que 1 de cada 8 mujeres lo padecerá y que este 2020 se diagnosticarán cerca de 33.000 casos en nuestro país, explica la Sociedad Española de Oncología Médica.
“La lucha contra el cáncer no se detiene por el coronavirus”, señalaba recientemente la asociación empresarial de la industria farmacéutica innovadora, Farmaindustria, con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Investigación del Cáncer, una jornada en la que quiso recordar que cuatro de cada diez nuevos medicamentos en investigación son antitumorales y que uno de los grandes desafíos en la lucha tanto contra el cáncer como contra otras enfermedades es seguir potenciando la investigación biomédica.
Así, Farmaindustria recordaba que durante 2020, y a pesar de la pandemia, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha continuado autorizando ensayos clínicos de medicamentos. Según datos del Registro Español de Estudios Clínicos (REEC), hasta el 15 de septiembre se ha dado luz verde a un total de 698 ensayos, de los cuales cerca del 40% se enmarcan en el área de oncología y un 20% son para enfermedades infecciosas –aquí se concentra el impulso a la I+D contra la Covid-19-, seguidos de los ensayos para patologías del sistema nervioso central, cardiovasculares y enfermedades raras o poco frecuentes.
“El coronavirus no ha venido a sustituir a otras áreas terapéuticas en investigación biomédica, sino para sumarse a los pipelines de las compañías”, decía la responsable de la Plataforma de Medicamentos Innovadores de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga. Una afirmación que particularmente me gustaría extrapolar a mi parcela de trabajo, la Comunicación. El coronavirus no ha venido a sustituir, sino a sumarse a otras patologías y problemas de Salud que, como el cáncer de mama, afectan a la población y, consecuentemente, no debería monopolizar casi en exclusiva el trabajo y la responsabilidad que los comunicadores y los periodistas tenemos en la divulgación de la Salud.
Por Rosa María García, Directora Área Salud de Estudio de Comunicación.
@rosamgllorente
