Conclusiones sobre Comunicación Interna tras la pandemia

En este comienzo de curso atípico y después del confinamiento que hemos pasado, es hora de echar la vista atrás para ver cuáles son las conclusiones que nos quedamos en materia de comunicación con empleados en las organizaciones y cuáles son los puntos en los que debemos poner un especial foco en el futuro.

Hemos vivido un momento intenso y difícil en la comunicación interna de las organizaciones pero que ha elevado el perfil de ésta dentro de las organizaciones y su importancia para los líderes. No hay que olvidar que comunicar es liderar personas.

La comunicación interna ha ganado presencia ante la dirección y los mandos. Ambos han sentido la necesidad de comunicar con los empleados y de comunicar más con los departamentos que la gestionan, viéndola como una herramienta importante y estratégica dentro de la organización.

Además, se han logrado vencer muchas barreras departamentales, un problema endémico de muchas organizaciones que no han visto la comunicación con empleados como una parte importante del negocio, y esta rotura de barreras ha permitido a los profesionales de la comunicación interna influir en las medidas de sus empresas y sentarse en los comités de decisión.

Por otro lado, las compañías han ganado también la atención de los empleados, cuando estos han sentido que se les ha trasladado información interesante y también emotivamente valiosa. Todo ello apoyándose en las tecnologías para crear puntos de unión con ellos.

El reto a futuro para los equipos de Comunicación Interna debe ser, en primer lugar, no perder la posición ganada. En segundo debe ser el ser prudentes con el futuro. Las organizaciones deben anticiparse para controlar las expectativas y ser coherentes con su línea de comunicación hasta ahora y, sobre todo, con la que está por venir. Es importante medir el pulso de las compañías y directivos para saber si verdaderamente este acercamiento a los empleados y esta relevancia a la relación empleado – empleador seguirá existiendo en el futuro.

Decía Thomas Fuller que: “Lo bueno no es bueno cuando se espera algo mejor.” Las compañías deben tener cuidado con la sobreventa. Atisbamos muy poco las consecuencias que tendrá la situación económica que arrastra el coronavirus, pero es probable que sean muy negativas en términos de empleo. Seguir el pulso del negocio, para anticiparse a posibles situaciones que vayan a impactar negativamente en los empleados y seguir una línea coherente, que no dañe la credibilidad que han ido ganando con buenas prácticas durante estos meses, se antoja clave.

En definitiva, la Comunicación Interna ha dado grandes pasos y ha ganado peso en las compañías en esta etapa, el reto ahora es ser capaces de adelantarse a ese futuro y estar ahí para poder ayudar a las organizaciones a gestionar las expectativas de sus empleados y mantener la credibilidad en sus próximas líneas de actuación.

 

Por Pedro Soto, consultor sénior de Estudio de Comunicación.

@pedrosotoft

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