Cuéntame un cuento…

caperutica

Hace unos días visitaba nuestro país Mark Goffman, guionista de “El ala Oeste de la Casa Blanca”, una de las series más aclamadas de la televisión que nos muestra (o para desgracia de sus seguidores como yo, nos mostraba) los entresijos político-comunicativos de la Casa Blanca.

Pues bien, durante su estancia, Mark Goffman concedió varias entrevistas a distintos rotativos nacionales. En una de ellas, Goffman decía que había venido a España para enseñar a los políticos el arte del “storytelling”, o según sus palabras, “cómo seducirnos contándonos historias”.

Goffman afirmaba que la gente está “prediseñada” para las historias, pero que hay que tener cuidado con qué historias contamos. El que también fuera consultor y escritor de discursos en la Casa Blanca advertía que no hay que confundir el “storytelling” con el “cuento chino” porque al final, estas historias fracasan cuando el público se siente engañado. Además, añade que ésta es una solución cortoplacista que a la larga genera cinismo.

Este precepto se puede y se debe aplicar no sólo a la Comunicación Política, sino también a la Comunicación Corporativa. Aunque parezca obvio decirlo, cuando contamos algo tiene que ser verdad. Podremos maquillarlo, ponerle flores o vestirlo de rojo, pero tiene que estar basado en una verdad.

Cuidado con intentar engañar a nuestros públicos objetivo. Cuidado con contar “cuentos chinos” o “milongas”. Quizá, en primera instancia se crean lo que les decimos, pero si descubren que han sido engañados, en el mejor de los casos nos costará recuperar su confianza, pero en el peor nunca llegaremos a recuperarla.

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2 Comments
  1. Muy interesante «Esperanza».
    Tengo una columna realizada acerca de ese tema que me gustaría mandarte.
    A que mail te la podría pasar?
    Saludos

  2. Perdón! ahí vi tu dirección de mail. te lo envío allí entonces.

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