¿Donde está (o no) la verdad?

En la estrategia de comunicación política se ha instalado una herramienta táctica, mentira y rectificación, que está cambiando el modo de hacer política y necesita que periodistas y analistas empiecen a valorar declaraciones y decisiones desde esta nueva óptica que domina la pospolítica y el posperiodismo.

Las formas son el contenido y, con más marketing que comunicación e ideario que propuestas firmes, los Medios de comunicación van cada día contando un relato donde, afortunadamente, la perspectiva de cómo reaccionan, o no, los ciudadanos ante este fenómeno, empieza a tomar protagonismo.

Mentir y rectificar han resultado ser dos instrumentos peligrosos pero muy eficaces. Cosas bien distintas es que, convenientemente mezcladas, no se sabe cuándo empieza una o acaba la otra.

Mentir es decir, por ejemplo, que se va a hacer algo, a sabiendo de que luego vas a rectificar, porque no vas a cumplir ese compromiso.  O expresado de otro modo. Cuando dices y prometes que vas a hacer algo o que vas a plantear alguna toma de decisiones, que sabes antes de hablar que no vas a cumplir lo prometido ni a hacer lo dicho. Mientras que rectificar es modificar una opinión que se ha expuesto antes, según la RAE.

Pero lo curioso y paradójico es ver dónde está la coherencia, una actitud que parece no encajar entre ambos conceptos. ¿Pero puede acabar a base de repetirse las mentiras y las rectificaciones en un barniz que acabe justificando esta tendencia coherente? Y si en la política, o el en mundo empresarial, la tendencia de mentir y, continuamente, rectificar acaba siendo lo coherente y asumible dentro de este mundo relativista.

Entonces, mi gran cuestión y sencilla reflexión es, ¿qué pasa con la verdad? Un concepto clave en educación y, fundamental, en información y comunicación.

Por Ana Rodríguez, directora de Estudio de Comunicación.

@anarodriguezgas

,
SWITCH THE LANGUAGE
Text Widget
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vivamus quis neque vel quam fringilla feugiat. Suspendisse potenti. Proin eget ex nibh. Nullam convallis tristique pellentesque.