El director de El País, Antonio Caño, aprovechó su presencia hace unos días en la Feria del Libro de Guadalajara (México) para reivindicar el papel del periodismo en los tiempos actuales. Caño señaló que “el periodismo sigue siendo necesario, pero sólo el buen periodismo”. Frente a los augurios que han puesto en duda la pervivencia del oficio, Caño lanzó un mensaje de optimismo, “el periodismo como profesión va a sobrevivir. Su desaparición supondría tanto como la desaparición de la democracia”. Reconoció, sin embargo que la profesión debe adaptarse a los nuevos modelos de consumo de información.
Es evidente que el desarrollo tecnológico, la aparición de las redes sociales ha multiplicado el número de informaciones a las que tiene acceso cualquier ciudadano que disponga de una conexión a Internet a través de cualquiera de los dispositivos disponibles. Hoy, tenemos acceso a más información que en ningún otro momento de la historia de la humanidad. Pero eso no significa que estemos mejor informados. Cantidad no siempre es sinónimo de calidad.
Es por eso que, hoy más que en ningún otro tiempo, se hace más imprescindible reivindicar el papel del buen periodismo. Aquel que es capaz de buscar, rescatar y denunciar, si es preciso, los hechos. Aquel que busca comprobar, confirmar y contrastar los datos. Aquel que no se queda en versiones de parte sino que busca todas las visiones de los acontecimientos. Si somos capaces de desarrollarlo en estos tiempos convulsos es muy probable que consigamos mantener una profesión apasionante.
Por Gerardo Miguel, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@GerardoMiguelb
