Mientras el debate entre el futuro del papel frente al formato digital es cada vez más enconado (Estudio de Comunicación ha realizado un informe sobre esta cuestión-“Papel o web: enemigos o aliados”), la entronización de determinadas redes sociales o aplicaciones en el quehacer diario periodístico es una evidencia clara del proceso de transformación que se avecina.
Entre ellas ocupa un lugar importante Instagram, la aplicación creada hace tres años para los usuarios de Iphone y que permite tomar fotografías, modificarlas con efectos especiales, para luego compartirlas en redes sociales como Facebook, Twitter, Flickr o la propia Instagram. En abril de 2012 se lanzó una versión para Android, lo que sin duda ha contribuido a su expansión hasta alcanzar un número superior a los 150 millones de usuarios.
Su facilidad de uso, capacidad para generar contenido y funcionar como plataforma de difusión o propiciar el diálogo con los usuarios, están convirtiendo a Instagram en la favorita de medios de comunicación de todo el mundo. Grandes diarios como The New York Times y The Wall Street Journal son algunos de los que están aprovechando el potencial de Instagram para interactuar con sus lectores. The Boston Globe creó un muro específico de Instagram con ocasión del Huracán Sandy; los reporteros de la BBC desplazados a Filipinas con ocasión del tifón Haiyan, utilizaron Instagram para difundir videos y fotos.
La cadena de televisión internacional CNN acaba de lanzar una plataforma online (Scenes from the field) en la que los reporteros gráficos desplazados en todo el mundo publican fotografías que ofrecen ángulos o perspectivas inéditas adicionales a la cobertura informativa que desarrollan.
No obstante, la relación Instagram y medios de comunicación excede el ámbito del periodismo. En el contexto empresarial, Instagram ha sentado también sus reales. Un reciente estudio de la consultora TrackMaven sobre estrategia y tácticas de empresa informaba que 123 de las empresas del Fortune 500 utilizan Instagram y 85 de ellas lo hacen activamente.
Por Adolfo Lázaro, Consultor Senior de Estudio de Comunicación
@Alazaro_m
