Europa ha amanecido hoy conmocionada con la decisión de los ciudadanos británicos de irse de donde no estaban, la Unión Europea. El conocido como «Brexit». Al tiempo, surgen fenómenos en cada país importante de nuestro entorno que, sin ideología profunda que los sustente, sirven fundamentalmente para canalizar el descontento social.
¿Qué está pasando? En los últimos 20 años, se mire como se mire, Europa adolece de falta de liderazgo político. Aquellos grandes estadistas de los años 80, tipo Helmut Kohl, François Mitterrand o Felipe González, líderes capaces de construir la Unión Europea, han dado paso a gente que se ha convertido en «casta» -llegando a presumir como mérito de llevar toda una vida dedicados a la política- y que ha sido incapaz de atender y dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos.
Los actuales dirigentes políticos han dejado de escuchar a sus ciudadanos; por tanto, no los entienden; y, como consecuencia, éstos se alejan y optan por soluciones más radicales. Traído a España, ¿es creíble el Partido Popular cuando dice que va bajar los impuestos en la próxima legislatura? ¿O el PSOE cuando dice que va a denunciar el tan manido concordato con la Santa Sede?
Si nos alejamos del mundo político y lo traemos al mundo empresarial, la comparación es perfectamente posible. La sociedad ha evolucionado mucho a lo largo de los últimos veinte años como consecuencia de la irrupción de las nuevas tecnologías de la información. Quien ha sabido incorporar las oportunidades que ofrecen a su desempeño empresarial, ha triunfado sin paliativos. Quien, por el contrario, no ha evolucionado de acuerdo a ellas, ha entrado en un proceso decadente que, poco a poco, va deteriorando a las compañías. ¿Qué diferencia a los triunfadores de los perdedores en estos tiempos? Básicamente, su capacidad y voluntad de escuchar y comunicarse con sus clientes/electores.
Siempre se ha alabado la capacidad de Inditex por entender a sus clientes. Van a la tienda, preguntan y con la respuesta que obtienen los ágiles diseñadores son capaces, en muy pocos días, de ofrecer respuestas a esas tendencias y colocar el producto que demanda el consumidor en las baldas. ¿Qué está haciendo, fundamentalmente, Inditex? Escuchar a sus clientes, comunicarse con ellos, de una manera no verbal, pero muy eficazmente.
En esta sociedad, que cada día tiene más información a su disposición, el problema de fondo es… ¡¡La comunicación, estúpido!!
Por Iñaki Torres, director de Estudio de Comunicación España.
