Leía el otro día un titular que llamó mi atención. Las redes sociales son ya una de las principales fuentes de información entre los más jóvenes. Es una de las conclusiones del estudio realizado por el Reuters Institute Digital Report. Según este, el 43% de los usuarios de Internet de entre 16 y 24 años consideran a Twitter, Facebook y otras redes sociales similares fuentes esenciales de información.
Los resultados de este estudio, al margen de otras consideraciones, vienen a refrendar algo que ya venía siendo evidente: que los hábitos de consumo de información están en un proceso acelerado de cambio. Este hecho, indefectiblemente, ha de tenerse en cuenta a la hora de establecer una estrategia de comunicación en una empresa, sobre todo cuando uno de nuestros públicos objetivo elige estos nuevos Medios para informarse de todo aquello que le interesa.
Si siempre ha sido esencial conocer los hábitos de consumo de información de nuestros públicos objetivo, ahora, lo es mucho más, pues proliferan los medios, y las redes sociales lo son, a través de los cuales las ‘audiencias’ pueden recibir información. Por ello, es preciso conocer cuáles son los hábitos de consumo de información de nuestros públicos objetivo para determinar cuáles son las herramientas que emplean.
Luego hay una segunda consideración que conviene no olvidar para que la calidad de los mensajes que nos llegan no acaben por invalidar unas herramientas que tienen una utilidad indudable para la comunicación y la información. Hace unas décadas, no muchas, cuando algo salía en el periódico, y mucho más si la información provenía de la tele, tenía marchamo de veracidad, se lo habían ganado gracias al trabajo de los profesionales que las transmitían. No se cuestionaba. Ahora privilegiamos como algo importante el hecho de que una información se convierta en ‘trending topic’ o por el hecho de estar en las redes sociales, sin pararnos a pensar de dónde proceden las informaciones o la responsabilidad de los emisores. Convendría que todos los que participamos en el desarrollo de las estrategias empezáramos a poner el acento en la veracidad y en la calidad de lo que transmitimos, de nuestros mensajes, en lugar de conseguir una mayor repercusión mediática.
Por Gerardo Miguel, consultor senior.
@GerardoMiguelb
Foto: ANSESGOB