Juego de tronos: el poder de la palabra

 

El pasado 16 de junio se emitió en España el último capítulo de la cuarta temporada de Juego de Tronos. La serie, que está basada en la serie de novelas Canción de hielo y fuego, del escritor George R. R. Martin y producida por HBO, se ha convertido en fenómeno  internacional de masas. Además bate récords tanto de menciones en los medios sociales como de descargas.

Después de semanas de mucha sangre, batallas épicas producidas gracias a  los más novedosos efectos especiales, venganzas, dragones, personajes que van y vienen y paisajes que parecen de otro mundo esta temporada se ha cerrado con un capítulo que deja a los fans expectantes ante la quinta entrega.

Pero más allá de todo tipo de intrigas y de enrevesadas tramas, el final de esta temporada nos deja una gran lección para todos los que nos dedicamos a la comunicación: un buen discurso resulta más efectivo que el mejor de los efectos especiales. Y me refiero, claro está, al speech pronunciado por Tyrion Lannister frente al tribunal que habría de juzgarle durante el sexto episodio.

Un golpe de efecto que suplió con palabras la inesperada masacre de la segunda temporada, “La boda roja”, y que surtió el mismo efecto de catarsis en la historia y en el público. Pero tampoco hay que menospreciar la puesta en escena y la importancia de un personaje potente, cuya parquedad para la lucha se ve suplida por su inteligencia, y que sin duda se ha crecido gracias al poder de un discurso claro, directo y bien elaborado.

[jwplayer mediaid=»18770″]

 

Un ejemplo que podemos extrapolar al mundo empresarial e institucional en el que, a diario, escuchamos alocuciones que no nos dicen nada, que no conseguimos retener ni aunque nos esforcemos. Son pocos los hábiles que por si solos consiguen encandilar al público con la fuerza de las palabras, ya que cuestiones como el carisma influyen en la percepción del público.

Pero como somos mayoría aquellos a los que nuestra naturaleza no nos ayuda en temas de oratoria y que, por cuestiones laborales, nos vemos obligados a hablar en público con asiduidad, es importante que seamos capaces de escribir discursos memorables, claros y concisos, o contar en  nuestro equipo con algún especialista. Además, antes de enfrentarse a un auditorio es muy recomendable ejercitarse, para lo que las formaciones de portavoces resultan de gran ayuda.

Lo importante: ser recordado; de lo contrario habrás perdido el tiempo y, lo que es peor, se lo habrás hecho perder a los demás.

 

Por Silvia Rodríguez, consultora de Estudio de Comunicación.

@Silvirs

 

 

 

, ,

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SWITCH THE LANGUAGE
Text Widget
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vivamus quis neque vel quam fringilla feugiat. Suspendisse potenti. Proin eget ex nibh. Nullam convallis tristique pellentesque.