Ahora que nos encontramos en plena época de Juntas Generales conviene recordar algunas particularidades que ocurren en España. Uno de los principales derechos con que cuentan los accionistas de una sociedad es el de la información. Consagrado en la Ley de Sociedades de Capital, los accionistas pueden solicitar verbalmente las aclaraciones que consideren oportunas sobre los asuntos contenidos en el orden del día.
Sin embargo, algunos reglamentos de empresas cotizadas establecen que los accionistas deben previamente identificarse ante el notario, con nombre, apellidos y el número de acciones del que son titulares y/o representan.
El caso es que el órgano de administración correspondiente puede denegar la petición de información en función, entre otros motivos, del número de acciones del solicitante. El mínimo común denominador sería si se considera que se perjudican los intereses sociales de la compañía en cuestión.
Si bien el presidente no puede negarse a contestar, al menos desde un punto de vista arbitrario, se consideran aceptables sus reticencias a responder cuando la pregunta la formula un competidor, existe enemistad y permanente confrontación con el solicitante de la información, la respuesta no es sencilla de responder en ese momento o, de nuevo, existen dudas sobre la repercusión negativa para el interés social de la empresa.
Esta discrecionalidad reflejada en los reglamentos de muchas empresas cotizadas en el Ibex-35 no es, por el contrario, aplicable, cuando la pregunta está apoyada por, al menos, el 25 por ciento del capital social.
El problema, que no tiene nada que ver con la Ley de Protección de Datos, ya que la propiedad de las acciones no se considera un dato de carácter personal, se suscita cuando los accionistas minoritarios pueden sentirse minusvalorados por su escaso número de títulos y, por consiguiente, se inhiben a la hora de elevar preguntas, vía notario, a la presidencia. Un inconveniente que, por cierto, no existe en otros países de nuestro entorno como Finlandia o Alemania.
Lo que esta claro es que las Juntas de accionistas son el momento del año en el que la empresa dialoga mas abiertamente con sus dueños. Los directivos deben tomarse muy en serio ese dialogo y la comunicación bien gestionada es esencial para un optimo resultado de estos encuentros.
Por Fernando Geijo, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@fergeijo
