Con retraso, como corresponde a temas de índole jurídico y calado social, pero al fin, los ministros de justicia europeos han cerrado un acuerdo que permite a los ciudadanos pedir el borrado de información personal en internet.
La nueva normativa tiene por objeto adaptar las reglas vigentes en la UE sobre protección de datos a la nueva realidad de internet y las redes sociales y garantizar un mayor control para los usuarios del tratamiento de sus datos personales en la red y que las empresas deban solicitar el consentimiento expreso del usuario para el procesamiento de sus datos. Los usuarios que se sientan perjudicados por el tratamiento de sus datos tendrán derecho a reclamar a quienes infrinjan el reglamento europeo, sanciones que pueden llegar hasta un máximo de un millón de euros.
No sólo Google, sino diarios, redes sociales y foros de páginas webs tendrán todas ellas que subyugarse ante esta nueva norma que sin duda ayuda a salvaguardar la privacidad de los ciudadanos y su seguridad. Queda por debatir si la actuación puede ser un menoscabo para la libertad de información. Serán los jueces quienes tengan que marcar a partir de aquí la líneas rojas que separan privacidad de libertad y actuar en consecuencia.
Por Santiago Castaño, consultor sénior de Estudio de Comunicación España.
@Santi_castano