En el complicado período político por el que atraviesa España tras las elecciones del pasado mes de noviembre, la Comunicación se ha transformado en la principal herramienta con que los diferentes actores negocian sus propuestas y posibles pactos.
Twitter ha sido usado, principalmente por los nuevos partidos, como herramienta distintiva de su forma de actuar y criticado por ello por muchos que no creen que los 140 caracteres sean suficientes para mantener una negociación política.
Pero en general, todos los equipos de análisis de los partidos se han apoyado en la Comunicación, ya sea online u offline, para hacer propuestas, ofrecer pactos o rechazar proposiciones. Hemos llegado a conocer el resultado con el que ha terminado una reunión política antes de que ésta se produjera e incluso sin haberse llegado a celebrarse.
Parece extraño que los Medios de Comunicación se hayan transformado en la mesa de negociación en la que los diferentes partidos realicen sus propuestas y contesten a las de sus oponentes. Todavía no sabemos que se haya abierto ningún proceso negociador en serio, pero si conocemos lo que cada una de las formaciones políticas propone, las negativas y contestaciones que suscitaron sus propuestas o las líneas rojas que se han marcado durante este tiempo.
Tal vez sea una manera nueva de aunar política y comunicación, en la que los pactos se negociarán en internet y los acuerdos se firmarán en papel prensa, pero creo que las negociaciones necesitan de tranquilidad, privacidad y sobre todo discreción. Los Medios tienen su roll y podrán valorar, ponderar o criticar lo que los políticos hagan y a los pactos y acuerdos que lleguen o dejen de llegar, pero en lo que no deberían convertirse es en mesa de negociación.
Por Alejandro de Antonio, Consulor sénior de Estudio de Comunicación. España
@AdAntoG
