Hace unos días, la web Top Comunicación publicaba un interesante texto sobre la práctica de algunas agencias de puentear a los periodistas a la hora de “vender una noticia”. Incluía la opinión de un veterano redactor jefe, sin citar nombres, que venía a decir que coger atajos para intentar publicar informaciones recurriendo directamente al equipo directivo o incluso “mucho peor”, al departamento comercial en el caso de ser anunciante del medio, es una táctica contraproducente a medio y largo plazo. ¿El motivo? El periodista encargado de elaborar la noticia no olvidará el “puenteo” y probablemente escriba la pieza que le exigen desde arriba, pero esa marca pasará a formar parte de una lista negra, lo que a la larga puede perjudicarla. Todos los que hemos trabajado en una redacción lo sabemos. Puede que sea por el ego que muchas veces se nos achaca a los periodistas (merecido), o por esa reivindicación constante de independencia. Pero el caso es que molesta mucho que impongan un contenido.
Al terminar de leer el artículo, eché un vistazo a los comentarios. Uno de ellos se preguntaba qué ocurría cuando era el redactor el que le dice a la agencia que no publica su noticia porque no es anunciante. Algo cada vez más frecuente, añadía.
Y tenía toda la razón. Lo cierto es que ambas son prácticas que deberíamos desterrar del mundo de la comunicación y del periodismo, de las relaciones entre agencia y medio.
Por Susana Gómez, consultora senior.
@S_GomezD
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