En España entramos en un tiempo cargado de citas electorales. Y en una época como la que vamos a vivir de aquí a final de año, la Comunicación va a ser la gran protagonista del tiempo electoral. No sólo en el sentido clásico de la comunicación política, en donde los mítines, la aparición en informativos y el anuncio de promesas electorales eran el centro neurálgico de los directores de comunicación, sino en un campo que, a tenor de lo visto, está comenzando a posicionarse como uno de más importantes para el contacto con los electores: las redes sociales.
La aparición de un nuevo partido político que ha basado gran parte de su popularidad en la presencia en programas televisivos de debate y en la presencia activa en redes sociales, ha hecho que los politólogos comiencen a interesarse por una nueva fórmula de comunicación alejada de los clásicos mítines o de la ya obsoleta pegada de carteles.
Si en anteriores comicios la difusión de vídeos se demostró importante para alcanzar parte de los objetivos electorales de los partidos, hoy en día la información que fluye por las redes sociales se está manifestando capital para la nueva forma de comunicar en política.
Prueba de ello es el gran esfuerzo que los partidos están destinando para estar presentes en la sociedad virtual, con auténticas redacciones de comunity manager que difunden, por las redes sociales, los principales mensajes de cada una de las formaciones políticas que concurren a las elecciones. La batalla política en las plataformas digitales no es algo nuevo. Hemos visto cómo se ha desarrollado, con mayor o menor intensidad, en anteriores ocasiones. Sin embargo, en un año tan electoral como éste, el flujo de información en estos canales va a ser muy elevado y los mensajes, ya sean meramente políticos o de descredito de los adversarios, se van a multiplicar.
Nuevos canales de comunicación pensados y desarrollados para un público joven, consumidor de Tuitter, Facebook e Instagram y cuyo principal canal de comunicación es el WhatsApp frente a la llamada telefónica o el sms de no hace tanto tiempo.
Las nuevas fórmulas de comunicación tendrán un campo de prueba muy intenso en este 2015. Veremos si como muchos creen, es el inicio de una ruptura de las formulas tradicionales de comunicación o si por el contrario se demuestra que una buena campaña política no se puede basar en tan solo 140 caracteres.
Por Alejandro de Antonio. Consultor Sénior de Estudio de Comunicación España.
@AdAntoG
