Un proceso solo de ida

Una de las empresas españolas punteras en tecnología de la información y segundo inversor español en I+D -el primero es Telefónica- Indra señalaba en un amplio reportaje reciente en el El Confidencial que “la modernización de las empresas ha dejado de ser una mera predicción y se ha convertido en una realidad global a la que deben sumarse también las compañías españolas. La irrupción tecnológica ha puesto las cartas sobre la mesa y la siguiente jugada está de la mano de las empresas, que deben subirse al carro de la digitalización para no quedarse atrás y seguir siendo competitivas en un mercado cada vez más avanzado”.

Resulta evidente que entre los retos que hay que vencer en este vertiginoso proceso de transformación figura la resistencia de muchos directivos y profesionales españoles al cambio. España todavía tiene deberes que hacer en materia de digitalización ya que, a pesar de ser la economía número 14 del planeta, tan sólo ocupa el puesto 45 en desarrollo tecnológico.

La sociedad es la clave de la transformación digital que está en marcha y las nuevas generaciones están marcando el ritmo de cambio. No hay vuelta atrás, este es un proceso sólo de ida. La expansión de internet y de los dispositivos electrónicos permite a los usuarios estar conectados en cualquier lugar y en cualquier momento. Los nativos digitales exigen nuevos productos y servicios y una interacción con las empresas completamente diferente de lo que había hasta ahora. El reto, en comunicación, es ser capaces de dar respuesta a las dos necesidades que hoy conviven: la de los nativos digitales y la de los que no lo son.

Por Santiago Castaño, Consultor Sénior de Estudio de Comunicación. España

@santi_castano

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