El libro lleva centenares de años siendo el formato de transmisión de conocimiento, emociones y expresión artística. Ya tenía forma de libro al final del imperio romano y, desde que Gutenberg inventó la imprenta de tipos móviles a mediados del SXV, un libro se parece enormemente a un libro, independientemente de su antigüedad. El libro electrónico va a ser sin embargo una revolución, no gutenbergiana, más aún, copernicana. Da soporte a los textos, acaba con el concepto del libro “descatalogado” o “agotado”, hace que la distribución sea inmediata y ubicua, reduce los costes de producción, no requiere que se talen árboles, te pone las letras al tamaño que desees y, si se te cansa la vista, el propio dispositivo puede seguir leyéndote el contenido en voz alta… toda una revolución.
Sobre el libro electrónico y su impacto en la industria y en los usos vamos a oír y leer mucho. De momento, el hecho de que Amazon realice ya un porcentaje muy importante de sus ventas de libros en este soporte, ilustra perfectamente que nos encontramos ante un proceso que va a llevar una rápida velocidad de crucero.
Sin embargo, esta revolución en la “transmisión” ni ha venido sola ni se debe contemplar por separado del nuevo ecosistema comunicativo que suponen otras revoluciones paralelas que están dejando anticuados soportes tradicionales. La irrupción de la blogosfera que hace que los medios de comunicación tradicionales compartan su poderío con humildes bloggers de poder de influencia creciente, la proliferación de los foros da la palabra al individuo particular que ha pasado de ser mudo a hablar con altavoz. Al mismo tiempo, vemos el declive de soportes de comunicación tradicionales como la memoria de las empresas, las notas de prensa… que pierden terreno frente a medios más ágiles capaces de suministrar información al ritmo que hoy se requiere y de comunicar directamente con un número creciente de stakeholders. La revolución que estamos viviendo es una revolución del conocimiento y su transmisión y, a los que nos dedicamos a la comunicación, nos afecta de lleno. Creo que no queda más opción, que ponerse al frente de la manifestación.
