Rumorología

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El otro día leí un artículo muy interesante en El País sobre los rumores que circulan por Internet y me hizo recordar otro que escribió hace más de un año el consejero delegado de mi empresa sobre el mismo tema.

Las grandes empresas siempre han sido objetivo de bulos y maledicencias. Esto no es nuevo. Lo novedoso es el sistema por el que ahora se difunden estas mentiras. El tradicional boca-oreja ha sido sustituido por Internet. Nunca hasta ahora podíamos conocer lo que pasaba en cualquier rincón del mundo casi en el momento en el que está ocurriendo. Y, sobre todo, nunca hasta ahora la difusión de información había sido masiva, indiscriminada y en ocasiones anónima. Es ahí, en este tipo de difusión, donde los rumores han encontrado un plácido hueco donde instalarse.

¿Qué hacer cuando nuestra empresa es objeto de un ataque de estas características? Lo primero es no ignorarlo. No podemos pensar que porque esa información no esté publicada en un Medio de Comunicación no va a tener efecto sobre nuestra compañía. Está claro que no es bueno que el Financial Times publique que una compañía tiene un problema, pero esa noticia es posible que no tenga impacto sobre el consumo de los productos de esa emrpresa, sin embargo, si miles de amas de casa reciben un correo atacando a esos productos es muy probable que las ventas se resientan, aunque la supuesta “noticia” sea falsa. Los bulos se van nutriendo y engordando hasta adquirir dimensiones nunca imaginadas, y cuanto más hayamos dejado engordar el bulo, más nos costará contrarrestarlo.

Hay que reaccionar a tiempo a estos rumores, bulos, mentiras que circulan sin control por la autopista de la información. Pero ¿cómo reaccionar? ¿Qué acciones tenemos que llevar a cabo para ser efectivos para parar esas mentiras? A mi juicio el secreto está en la prevención. Si previamente nuestra empresa ha diseñado un plan de crisis en el que están incluidos todos los posibles escenarios en los que nos podemos ver inmersos, este plan nos ayudará a poner en marcha el engranaje para parar ese rumor. Y más aún. Si con anterioridad hemos trabajado la comunicación corporativa de nuestra empresa, hemos presentado la compañía, sus productos, sus ejecutivos, sus acciones sociales, etcétera, nuestros prescriptores cuando lean en su correo un bulo sobre nuestra compañía les costará creérselo porque previamente les habremos “educado” sobre nuestra empresa.

Una de las máximas para poder tener éxito en Comunicación es ser el primero en contar algo. Estas herramientas, el plan de crisis y el haber abonado el terreno con la comunicación corporativa, nos ayudarán a ser los primeros en salir al paso de estas malinformaciones y desmentirlas inmediatamente que aparezcan en la red.

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