Cuentan los medios que el “gabinete de crisis” de un diario español está trabajando a pleno rendimiento para conseguir recortar gastos y evitar así que las pérdidas abran un gran agujero difícil de tapar y de asumir. No será el único. En estos momentos, según publica algún periódico digital, la dirección del rotativo está elaborando un informe interno en el que se recogerá todas las modificaciones estructurales necesarias para garantizar su futuro. Parece que no sólo se tocará las partidas de personal (una de las más vilipendiadas en la mayoría de los medios de comunicación españoles), sino que también habrá variaciones en el aspecto físico del periódico. Que si un recorte de tamaño de la edición impresa por aquí, que si un menor gramaje por allá…, cambios superfluos que a la larga servirá para ahorrar unos cuantos eurillos que garanticen la supervivencia.
Este tipo de medidas recuerdan mucho a las que puso en práctica en su día uno de los grandes empresarios de este país (Juan Roig) y dueño de una de las cadenas más importantes de distribución de España (Mercadona). En su caso, la reducción de los embalajes, el ahorro en las tintas de los etiquetados, el cambio de los envases por otros más livianos, el reciclaje de materiales o los cambios en el transporte de sus productos para optimizar el espacio, han hecho que esos millones de céntimos de ahorro se hayan transformado en millones de euros de beneficios. Si el modelo Mercadona en este aspecto es extrapolable a otros sectores y se obtienen los mismos resultados, es cuestión de pensárselo.
Por Esther Ortega, consultora senior.
Foto: FernandO
