Quizás sea cierto el dicho de que cuantas más cosas tenemos, menos las valoramos. Las redes sociales son el último gran invento de nuestro tiempo. Todos podemos tener acceso a ellas, pero ¿sabemos utilizarlas?
Estas redes constituyen un pequeño universo de comunicación del que las empresas no están sacando todo el partido que pudieran. Muchas compañías no han caído en la cuenta de que las redes sociales abren un infinito abanico de posibilidades de negocio y de mejora del funcionamiento de la organización. Se han dado casos, aunque todavía algo remotos, sobre la utilización de Facebook en la organización de eventos como Cava&Twitts, donde se dieron cita numerosos cazadores de tendencias para debatir acerca de la comunicación, las nuevas tecnologías y las redes sociales.
Esto no sólo permite ahorrar tiempo y dinero en llamadas telefónicas, sino también tener una información más detallada de los asistentes y mantenerles continuamente informados sobre aquellos aspectos que creamos puedan interesarles. Facebook tiene una gran ventaja adicional, y es que además de una red social, es una de las mayores bases de datos que existen en este momento -con más de cien millones de usuarios registrados en todo el mundo- y, sin duda la más actualizada, ya que es el propio usuario el que va modificando sus datos cada vez que se produce algún cambio en su perfil. Esto facilita la segmentación de las audiencias y la elección del target adecuado para llevar a cabo una acción determinada de comunicación. Por ello sería bueno que las empresas comenzaran a formarse en esta materia en la que los jóvenes vienen pisando fuerte, pues sin duda nos hallamos ante un cambio revolucionario en el mundo del intercambio de información que está dando sus primeros coletazos de salida y que será realmente visible en un futuro muy próximo.