Aunque no se lo presento a nadie para evitar el acoso de los medios, tengo un amigo marciano y nunca dejan de sorprenderme sus comentarios sobre las cosas que pasan en la Tierra. Por ejemplo, el otro día el muy marciano, me decía que no salía de su asombro frente a las tribulaciones de los editores y su incapacidad para conseguir vía web, unos ingresos saneados vía publicidad.
En su gran simpleza, Marci, como yo le llamo, decía que no entendía porqué la publicidad en un medio gratuito en papel se cobra mucho más cara que en un medio gratuito electrónico a través de Internet. Me decía “¿pero las tarifas de gratuitos y de pago no reflejan la efectividad del medio para llegar al público? Y yo le decía que sí, que teóricamente así era. “Entonces – continuaba – si Internet llega a más gente porqué la publicidad en internet es mucho más barata? Además ¿no se supone que se puede segmentar y rastrear mejor?”.
La verdad es que hay que ser muy marciano para hacer esos razonamientos. Todos sabemos que las cosas en la Tierra son como son y basta. Los medios impresos cada vez tiran menos ejemplares, de su tirada hay que deducir todos los ejemplares que la devolución se lleva a la guillotina, no son capaces de llegar al público joven, además de la circulación teórica también hay que deducir la segmentación real. Quiero decir que el señor que lee la página de Cultura no tiene por qué necesariamente leer también Deportes o Televisión, ni ver por lo tanto la publicidad que en esas páginas se incluye que, por cierto, es siempre estática y en blanco y negro muchas veces.
¿Por qué iba a ser más cara la publicidad en Internet? Porque se puede programar contextualmente en función del contenido sobre lo que se está leyendo, porque puede incluir contenidos multimedia (vídeo, música, animaciones, 3D), porque puede redirigir a un site de la compañía anunciante donde el interesado consigue más información o puede incluso comprar, porque se puede medir en tiempo real la eficacia de de distintos originales y reprogramar la campaña en función de los primeros resultados…
A lo mejor con esos argumentos un marciano empezaría a cobrar más por la publicidad en Internet que por la incluida en las ediciones impresas, pero vamos aquí en la Tierra las cosas son como son. ¿Por mucho tiempo?
