Mi suegro dice que no vende su seiscientos ni por todo el oro del mundo, afirma que si hace más de treinta años “la Renfe” como acción de choque ante la amenaza del utilitario inventó aquello de “papa ven en tren”, ahora con las magnificas carreteras y autovías que tiene España, que no, que no lo vende. El pasado domingo decidimos ir a Toledo, hay crisis pero era urgente y necesario sacar a los niños de la pisci de la urbanización o no llegan medio sanos a septiembre. Bien, pues descubrimos, y yo en especial que no conduzco, la AP-41. Una carretera de peaje increíble que nos llevo directos al mundo de Domenico Teothocopulos, ya, ya El Greco. Mi suegro feliz y radiante se acordó de su coche y de los sesenta, y propuso que la frase debe ser ahora “papa ven por carretera”. Y yo digo que si es por esta, sin duda.