En ocasiones hacer lo contrario de lo previsto puede ser rentable en comunicación. Y como ejemplo, la singular campaña de seguridad vial que han llevado acabo los habitantes de una pequeña ciudad de Australia que han decidido cambiar el nombre de su pueblo, SPEED, porque se llaman igual que la principal causa de accidentes de tráfico.
Lo llamativo es que en lugar de modificarlo lo que han hecho es añadir la palabra KILLS (mata) para dejar claro lo que puede pasar si te “pasas de velocidad”. Para refrendar esta decisión han recurrido a Facebook (www.facebook.com/speedkills), han planteado allí la cuestión, y sólo cambiarán el nombre de su pueblo si consiguen el apoyo de 10.000 personas. A estas alturas, ya han doblado su primer objetivo. Para algunos, la idea seguro que es algo macabra pero, sin lugar a dudas, es original.
Cambiar el nombre de una empresa o de un producto es tambien una tarea difícil y siempre supone un esfuerzo de creatividad. En ese camino de la busqueda de un nuevo nombre, los profesionales de la Comunicación contamos ahora con una nueva herramienta que son la redes sociales. Que nos pueden permitir testar alternativas o dar difusion al proceso, por ejemplo.