Diario Abierto, 13/07/2011.- Cristina Rubio, consultora senior de Estudio de Comunicación, firma el artículo «Comunicación Política 2.0», en el que cita algunos errores de políticos españoles con las Redes Sociales para conluir que y da algunos consejos para que no se vuelvan a cometer dichos errores. Puede acceder a la reseña y a Diario Abierto.
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Las pasadas elecciones municipales y autonómicas han puesto a prueba las estrategias de comunicación 2.0 de los diferentes partidos políticos que cada vez adquieren más relevancia.
El resultado ha sido desigual y ha habido tanto aciertos como errores. El hecho de ser trend topic o asunto destacado del día no siempre es algo bueno, es más, en la mayoría de las ocasiones supone una mala publicidad. Durante la primera semana de campaña electoral, el PSOE llegó a ser “Trend Topic” en twitter pero no precisamente para bien ya que todos los tweets que acompañaban el “hashtag” (mismo asunto bajo el que se agrupan los tweets) eran negativos. Además, pese a los esfuerzos del partido por contrarrestar los malos comentarios a base de mensajes partidistas, los “trolls” (perfiles creados con la única intención de molestar y atacar) se encargaban de neutralizarlos.
Otro ejemplo de cómo las redes sociales pueden aguarle la fiesta al aspirante más pintado fue el vídeo que colgó un tuitero en youtube en el que aparecían unos candidatos populares abucheados en el madrileño barrio de Lavapiés. La ocurrencia se convirtió en un ejemplo de viralidad ya que obtuvo nada menos que 18.000 reproducciones en un solo día.
En el capítulo de errores cometidos por los políticos en las redes, cabe destacar el de la entonces candidata por Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, que el mismo día en que se suspendía la campaña con motivo del terremoto en Lorca anunciaba su agenda de actos en twitter. Pese a que ocho horas después el lapsus fue subsanado, algunos medios de comunicación como la Cadena Ser no perdieron comba y ya habían difundido el desliz a los cuatro vientos. Y es que los errores de los políticos en twitter y, en general, de la gente con una gran proyección pública, se pagan muy caros. Si no, recuerden las meteduras de pata de David Bisbal cuando lamentó que las pirámides estuvieran poco concurridas debido a la revuelta egipcia o la cometida por Alejandro Sanz que tras el aluvión de críticas por su flagrante error ortográfico, amenazó con cancelar su cuenta.
Por eso, es esencial preparar muy bien las estrategias de comunicación en la web, analizar qué herramientas se van a utilizar, segmentar al electorado y tener en cuenta el mensaje que se va a transmitir a cada segmento. Dejar un fleco suelto, ser espontáneo o improvisar puede tener un efecto muy negativo en la imagen de un político que se está jugando las elecciones.
Pero, sin duda, el gran elemento desestabilizador de la campaña electoral fue el movimiento del 15M que con sus hashtag #spanishrevolution o #acampadaensol en twitter pilló con el pie cambiado a las maquinarias de comunicación de los diferentes candidatos que no supieron cómo reaccionar ante La Ola nacida en Internet. 200.000 ciudadanos indignados en Facebook y 500 tuits a la hora en twitter dan una buena muestra de la capacidad de difusión de mensajes de un colectivo ciudadano que propagó su hartazgo e indignación por la situación económica y política como una mancha de aceite por las redes. Frente a este fenómeno, algunos candidatos, ante el temor de perder masa electoral, se apresuraron a hacer suyas las reivindicaciones ignorando su condición de políticos de partidos defensores de propuestas radicalmente opuestas a lo que el movimiento 15M propugnaba. Otros, se opusieron frontalmente al movimiento, temerosos también de las consecuencias en las urnas. En realidad, ninguno conocía muy bien las reivindicaciones exactas de este colectivo ni las consecuencias que su movimiento tendría en las urnas. Pero en vez de reflexionar detenidamente antes de emitir una opinión al respecto se precipitaron. Y es que las redes sociales requieren una rápida capacidad de reacción para la que los partidos políticos, en general, no están preparados y por eso muchas veces caen en la precipitación.
En las redes sociales los candidatos deben “escuchar”, algo importante y a lo que no todos están acostumbrados. No vale sólo con que cuenten sus propuestas, tienen que conversar con su comunidad y hacer llegar sus mensajes de la forma menos propagandística posible. Se trata de hacer un uso responsable de las redes sociales utilizándolas como un medio para acercarse al ciudadano que, a su vez, ha dejado de ser un receptor pasivo de los mensajes electorales. Ahora tiene la posibilidad y las armas para involucrarse, participar e influir activamente en el juego político. Un juego, que como afirma Joe Trippi, uno de los expertos electorales más reputados de EEUU, “ha cambiado de una manera que la élite necesita entender”. Ya no se trata de lo que las campañas electorales puedan hacerle a la gente sino de lo que los ciudadanos, usando herramientas como los blogs o las redes sociales, puedan hacerles a las campañas.