Internet lo es ahora todo. Fuente y herramienta de conocimiento. También de conflicto y de peligro. Recientemente, el conocido grupo de piratas informáticos Anonymous bloqueó durante varias horas la página web de la multinacional siderúrgica Arcelor-Mittal en protesta por el cierre parcial y los despidos que la multinacional prevé acometer en Bélgica. Los piratas dejaron durante varias horas en la web corporativa de la siderúrgica un mensaje y un vídeo en el que se ufanaban de su agresión.
Tras este inusitado ataque informático, Arcelor-Mittal puso en marcha un procedimiento de urgencia para poder restablecer el servicio de su website. Anteriormente, otras empresas, como la multinacional japonesa Sony se han convertido en blanco de los ataques de Anonymous.
La iniciativa de Anonymous se basa sobre todo en la amplificación que sus acciones tienen a través de la red y del conjunto de redes sociales. Hacía tiempo que este grupo de piratas informáticos había avisado ya por la red de que preparaba algún tipo de iniciativa contra Arcelor-Mittal y, a pesar de que la empresa afirmó que estaba preparada, no consiguió evitar el asalto de los “hackers”.
Este incidente hace pensar en la vulnerabilidad de internet y en la necesidad cada vez más acuciante que tienen las empresas de contar con estrategias específicas de comunicación en la red y planes de contingencia o de crisis para afrontar problemas o incidentes inimaginables hasta hace muy poco tiempo.
Las empresas ya no no pueden ejercer un control unidireccional de sus mensajes ni pueden dar la espalda a las comunidades de usuarios. Necesitan trabajar para construir su imagen y reputación en la red y poder afrontar las críticas.
