Así se titulaba el esclarecedor reportaje publicado el pasado fin de semana en EPS. Versaba sobre los hábitos de las personas al enfrentarse a un twitt y al mundo Twitter en general. La problemática arranca de un punto claro: el amparo en el anonimato. Y es difícil de combatir. Pero es cierto que estamos aprendiendo y que se están tomando medidas. Y cada uno toma las suyas. Las Fuerzas de Seguridad: cada día es más común leer en algún Medio cómo detienen a una persona, acusada de cometer delitos, le juzgan y le condenan. Santiago Segurola: cierra su cuenta en Twitter con una serie de argumentos de lo más razonable. Una cosa es la libertad de información y de expresión y otra, muy diferente, la libertad de insulto. Quizá por eso el maestro Negroponte colocó a twitter en el disparadero…
Por Iñaki Torres, director.