Recientemente ha tenido lugar un diálogo entre dos destacados periodistas sobre “RELACIONES ENTRE LA PRENSA Y SUS FUENTES INFORMATIVAS”: en este caso, los profesionales de las Relaciones Públicas. Al parecer, quienes lo escucharon pueden haberse llevado la impresión de que ambos lados sean enemigos o que cada uno entorpezca el trabajo del otro.
Entiendo que los periodistas quieran acceder directamente a la fuente y no se sientan satisfechos cuando el camino tiene algunas curvas, pero me niego a creer y fomentar que eso sea cierto. Al fin y al cabo el periodista y su Medio son quienes me van a permitir llegar a mi “cliente”: un segmento determinado de la opinión pública. Por lo tanto, son un elemento indispensable y necesario para poder hacer mi trabajo.
Cada uno de nosotros, tenemos una función y no creo que ninguna de las dos sea prescindible sino complementaria.
Algunos periodistas han pasado al otro lado de la barrera en distintos momentos. De ser el reportero sufrido de un diario al sufrido director de Comunicación de una empresa o institución. Es entonces cuando tiene que explicarle a un directivo por qué son importantes los Medios, los periodistas, cuáles son sus necesidades, sus tiempos y cómo adaptarse a ellos; proporcionar información en tiempo y forma no es una tarea fácil. Como no lo es obtener una información exclusiva.
Muchos de los profesionales de las RRPP, al encontrarnos con altos ejecutivos que no son capaces de establecer una relación natural con la información, peleamos porque le pierdan el pánico. No hay muchos directivos que sean conscientes de la importancia de saber transmitir lo que hace la empresa o atajar una situación de crisis teniendo en cuenta a los periodistas. Muchos de los directores de Comunicación además de “murallas chinas” somos educadores y facilitadores.
¿Intentamos torear al alimón?
Por Emma Marín, consultora senior.
Foto: stevendepolo
