Allá por los años 80 surgió un proyecto editorial original e interesante “Un día en la vida de…” y libro tras libro se iba poniendo tras los puntos suspensivos el nombre de un país: Canadá, Irlanda, Italia, España, Japón, China, etc. Durante un solo día un centenar de fotógrafos contratados para la ocasión tomaban sus imágenes, se hacía un intenso trabajo de selección y finalmente se publicaba la obra.
Treinta años después las cosas han cambiado. Vivimos un momento más global y hemos pasado a la era 2.0, es decir, la de los contenidos generados por el usuario.
En este contexto aparece una iniciativa nacida en Suecia bajo el nombre de “A day” que nos propone a todos los ciudadanos del mundo que el día 15 de mayo cojamos la cámara y hagamos unas fotos de nuestro trabajo, nuestra casa, nuestras relaciones para mandarlas a un página web en la que se almacenarán de por vida. Es algo así como “un día en la vida de el mundo” pero hecho participativa y popularmente y en soporte online.
Me llama poderosamente la atención esta propuesta porque, más allá de los aspectos fotográficos –la inmensa mayoría de las fotos será muy mala como es lógico- refleja perfectamente el sentir participativo de los tiempos, con ciudadanos que ya tienen la palabra por el poder de blogs y redes sociales y poco a poco se hacen también con el control de la imagen fija o en movimiento vía flickr, instagram, Tumblr , Google Images o YouTube.
Por otra parte, no cabe duda de que la iniciativa, especialmente si se repite, tiene un gran valor antropológico ya que dentro de unos siglos, cualquiera podrá ver cómo era la vida cotidiana de los ciudadanos del siglo XXI, un documento valiosísimo.
Desde el punto de vista de la comunicación, no cabe duda de que este tipo de proyectos sirve para acentuar que, a día de hoy, cualquier estrategia de comunicación efectiva tiene que tener uno de sus puntos de mira puestos en la web 2.0 y sus inmensas posibilidades para generar interacciones y vínculos.
Por Alberto Mariñas, socio. Estudio de Comunicación.