El 6 de agosto aterrizaba en Marte la “Misión Curiosity”, lo hacía tras ocho meses de viaje y gracias a 2.500 millones de dólares. El descenso no podía fallar y tuvo en vilo no sólo a la NASA sino a miles de ciudadanos. Al mismo tiempo las redes sociales ardían con la noticia de la llegada de este astromóvil de exploración que nos enviará más información acerca de las condiciones para la vida del “planeta rojo”.
Como he dicho antes, una gran parte del mundo se mantenía muy atento a este gran acontecimiento para la ciencia, pero otra parte también estaba muy atenta… pero en este caso al joven y guapo ingeniero de la NASA, Bobak Ferdowsi un científico que gracias a su peinado consiguió hacerle sombra al planeta marciano y a la misión para la que llevaba años trabajando.
Ferdowsy era el director de vuelo de esta misión espacial, un joven de origen iraní que se cambia de peinado tras someterse a la votación de sus compañeros. En este caso el peinado ganador resultó ser una cresta con estrellas que le hizo ascender a Trending Topic y recibir alguna que otra proposición… incluida de matrimonio.
Anécdotas aparte, esta cuestión nos lleva a plantearnos la importancia de la imagen personal, más aún cuando se representa a una Compañía. La imagen, la vestimenta y la apariencia deben ir en consonancia con aquellos valores que buscamos que la entidad represente.
En este caso, aunque arriesgada, la elección resultó ser tan exitosa como la misión para la que fue creada y es que como el mismo Ferdowsi comentó en una entrevista, al menos su peinado ha servido para que los jóvenes se interesen por la ciencia y para cambiar estereotipos acerca de cómo debe ser un ingeniero de la NASA.
Silvia Rodríguez, consultora.
@Silvirs