El regalo envenenado que ha acabado por arruinar el 50 aniversario de la primera cadena de distribución del mundo ha venido de la mano de sus empleados. A pesar de estar presente en 27 países y emplear a más de 2 millones de personas, han bastado dos letras, las que diferencian los dominios Walmart50.com de Walmartat50.com para que, a través de la web 2.0, haya quedado “boicoteada” la conmemoración de este icono “del sueño americano”.
Uno de sus sindicatos ha creado la web, Walmartat50.com, dedicada a criticar a la compañía. El site recoge los relatos de los empleados hablando de las malas prácticas de la empresa y permite pinchar las fotos de los protagonistas y leer sus negativas experiencias. Pero lo más relevante de esta acción es que judicialmente ha abierto un precedente que, probablemente, en estos tiempos de crisis podría animar a muchos trabajadores descontentos.
La OMPI, la Organización Mundial de la Propiedad intelectual, ha estimado que no debe cerrarse la web de los empleados, a pesar de la similitud de los dominios, porque no es usada por un competidor y tiene un uso legítimo y social, no comercial. Nuevamente, el vacío legal en Internet y la fuerza de la 2.0 demuestra como David puede ganar a Goliat.
Ana Rodríguez, consultora senior.
@Arodriguezgas