Leo en un periódico económico que, en octubre, la ocupación publicitaria en televisión tuvo el mayor descenso del año, con una caída del 9,8% respecto al mismo mes de 2011. La publicidad sigue descendiendo, incluso en televisión, que es el soporte “Rey”. Los últimos datos y estudios muestran que la televisión es uno de los medios convencionales más afectados por la crisis y no es ajena a los cambios que atraviesa nuestro sector.
Según el último estudio de Infoadex, la inversión publicitaria ha caído un 18,3% hasta septiembre, al pasar de los 1.638,6 millones de euros entre enero y septiembre de 2011 a los 1.338,6 del mismo periodo de este año.
En el actual periodo de recesión económica y dada la necesidad de justificar los gastos en Comunicación, tenemos que ser conscientes de que las relaciones con los Medios, los procesos de seguimiento de la información emitida, el control de la notoriedad y la reputación, además de otras labores de Comunicación Externa y Relaciones Públicas son herramientas muy eficaces, que proporcionan un valor real de negocio, a menudo lejos de los costes que genera la Publicidad.
En este escenario de desinversiones y pérdidas, las empresas deben ser conscientes de la importancia de apostar por las Relaciones Públicas para gestionar y aumentar el valor de su marca en tiempos de crisis.
La mayoría de los directivos ven en la Publicidad la forma más eficaz y rápida de aumentar ventas y beneficios. Pero, la Publicidad tiene debilidades y carencias que las Relaciones Públicas pueden suplir y compensar.
En este sentido, las Relaciones Públicas establecen las bases para construir la reputación de la Compañía, crean la marca y la identidad corporativa y generan vínculos estables y duraderos con los distintos públicos objetivo. Ahora, más que nunca, en el momento en que las empresas no tienen presupuestos para Publicidad, cobra mayor sentido el trabajo de Comunicación y de Relaciones Públicas, que tienen una gran rentabilidad sobre inversión.
Por Mar González, consultora senior
@MarGonzalezES
Muy buena reflexión. Un saludo