Los negocios han evolucionado con la aparición de las redes sociales. Ahora nos encontramos, además de los sitios web “tradicionales”, con perfiles corporativos dentro de Facebook, Twitter y LinkedIn, etc., como nuevos canales de comunicación.
Ante ello, los responsables de Comunicación y relaciones públicas, que también nos hemos aventurado en la administración de los contenidos en Internet, nos enfrentamos con un nuevo público al que hay que estar atentos.
Es un aliciente que miles de personas accedan a estos perfiles y comenten de manera positiva los productos o servicios que ofrecen los clientes, así como su participación en el desarrollo de actividades como concursos, además de compartir videos e imágenes por esta vía. También existe el peligro de recibir un comentario negativo.
El uso de dispositivos móviles ha provocado que las personas nos encontremos comunicadas en tiempo real y podamos expresar nuestros sentimientos, opinión y experiencias de manera inmediata.
Un comentario negativo en los medios sociales puede incluso desencadenar una crisis. Por ello, hay que estar alerta, siempre en constante contacto con nuestros seguidores, monitorizando las cuentas que respaldan la presencia de marca en las redes sociales y contestando cada uno de los post que nos envían. De esta forma podremos ser eficaces y fortalecer la imagen del cliente (aún en condiciones no tan favorables).
Hoy, el rol de las relaciones públicas en la gestión de redes sociales exige acciones rápidas, con gran capacidad para responder ante cierta situación, con transparencia de los actos y veracidad de la información para conquistar un público nuevo y sobre manera exigente.
Por Armando Ocaña, consultor AB Estudio de Comunicación. México.