«La esencia de la comunicación de los sentimientos, la forma de comunicación de las personas, no ha cambiado» asegura Joaquín Lavado Tejon, Quino, a su llegada a Oviedo con motivo de la recogida del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. El dibujante y padre de Mafalda se muestra un poco perdido en “un mundo gobernado por las nuevas tecnologías («chirimbolos», según Quino). No sé muy bien yo mismo donde estoy parado”, pero defiende la permanencia de los mensajes.
Quino es el primer dibujante -él se define “como un periodista que dibuja”- galardonado con el Premio en toda su trayectoria. El creador dejo de realizar las tiras cómicas de Mafalda en el año 1973 y, a pesar del largo tiempo transcurrido, los pensamientos de la niña y su pandilla de amigos sobre la vida, el mundo, la política…continúan vivos. Hasta el punto que Quino considera que si hoy Mafalda volviera a hablar diría lo que dijo entonces «porque las cosas están igual o peor que cuando yo dejé de dibujar».
Si llevamos sus enseñanzas al terreno de la comunicación empresarial está claro que la esencia permanece, que los mensajes humanos pueden ser eternos y no estar limitados por las coyunturas, y que las tecnologías o los nuevos soportes añaden posibilidades de tiempo y forma para la difusión de los mensajes, pero la clave de la comunicación, una ciencia humana, sigue estando donde siempre: en el mensaje.
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