¿Estamos seguros de que nuestros esfuerzos en las redes sociales son efectivos? La mayoría de los usuarios de Internet cultivan su imagen profesional de cara a estar en contacto con sus colegas de disciplina, campo o sector empresarial e incluso para atraer a potenciales reclutadores. Sin embargo, la conclusión de diversos estudios realizados al respecto es que no es suficiente con actualizar los perfiles para que esto sea efectivo.
La marca personal, en inglés Personal Branding, es un concepto consistente, salvando las distancias, en considerar a la persona con los mismos atributos que a una marca comercial, en el sentido de que debe ser creada, protegida y difundida de manera adecuada a fin de lograr la oportuna diferenciación positiva del resto.
En principio, el concepto surgió como una herramienta a la medida del entorno 2.0 para conseguir encontrar un puesto de trabajo por medio de la mejora de la percepción que los demás tienen de uno y de sus capacidades personales y profesionales.
Como activo intangible o inmaterial, la marca personal se hace cada vez más importante, habida cuenta de que las relaciones interpersonales cada vez son más artificiales y, por ende, anónimas. Y eso sin contar con el evidente incremento exponencial que la exposición a las redes sociales supone y las consecuencias positivas y negativas que ello conlleva.
No en vano, según la Wikipedia, en la actualidad el 51% de los usuarios usa Internet en España para buscar trabajo, el 31% tiene abierta cuenta en alguna red profesional y el 10% habría encontrado trabajo gracias a las mismas.
En definitiva, la clave para lograr la oportuna efectividad de la marca personal en las redes sociales estaría más en el análisis de los resultados obtenidos que en la constante actualización de los respectivos perfiles.
Es así como se conseguiría saber si en realidad la labor emprendida está siendo suficientemente efectiva o, por el contrario, se necesitan poner en marcha medidas correctoras para potenciar la carrera profesional del interesado.
Actualizar los contenidos es tan importante como analizar en profundidad los resultados que se obtienen, lo que ayudará a saber qué funciona entre tu audiencia y cómo hay que interactuar en las redes para mejorar la reputación.
Lo ideal es que las cuentas estén en movimiento. La actividad del perfil y su presencia, si recibe solicitudes de contacto o comentarios, son indicadores básicos para conocer la proyección que tiene un perfil en la red.
En función de los resultados se puede medir la credibilidad del perfil. Tomado el caso, el número de retuits es un buen indicador de medición, pero esto no supone, a la postre, que este sea preciso, ya que puede que muchos de ellos provengan de cuentas vinculadas a nuestro perfil, lo que supone una evidente pérdida de esa relevancia.
En este sentido, las herramientas de análisis ofrecen fiables conclusiones acerca de la reputación en Internet. Así, Linkedin cuenta con la aplicación How you Rank, con la que saber cuántas personas consultan la página. Por su parte, si se cuenta con una página como profesional en Facebook Insights, esta aplicación te ayudará a analizar cuáles son tus publicaciones más populares. Mientras que Twitter dispone de Twitter Analytics, donde se puede comprobar la actividad mensual, conocer las menciones con mayor repercusión así como los tuits de más relevantes, entre otros aspectos.
Por Fernando Geijo, consultor sénior de Estudio de Comunicación España.
@fergeijo