Comunicación no verbal

La comunicación no verbal, se define como aquella que es percibida por nuestros sentidos y considera todo tipo de conducta humana. Es portadora de información, que además de complementar la comunicación verbal, expresa sentimientos, emociones, valores personales y hasta cultura.

De acuerdo al investigador Mehrabian, en una interacción el componente verbal representa el 35%, mientras que el no verbal el 65% restante. La comunicación no verbal se alimenta principalmente de las expresiones corporales, gestos inseparables de las palabras, que sirven para darle tono al lenguaje: marcan nivel de educación, cansancio, estado de ánimo, interés o desinterés, pasividad o agresividad, como la postura corporal, que puede ser un indicador de amistad o de hostilidad; o la sonrisa y la risa, que puede ser tan radical y funcionar como un insulto o como un signo de amistad. Las formas de la risa acentúan la comunicación no verbal y le llevan por un rango de definiciones de extremo a extremo, pues como se ríe de alegría, también se llora de risa.

En la siguiente conversación en que participe, ponga atención en la risa. Verá que las palabras están salpicadas de risas: risitas tímidas o hipócritas, risas estruendosas o forzadas, risas seductoras o burlonas y hasta risas de desprecio y ridículo. Si nosotros asociamos la risa a situaciones cómicas, alegres o amistosas, se sorprenderá de conocer lo que descubrieron observadores: más del 80% de las risas, no responden a una situación chistosa. Y, habría que detenerse a interpretar cuándo y por qué se ríe, pues la risa puede ser tan benéfica como dañina. La risa en su forma primitiva y pura es motivo de unión, de camaradería. Pero la risa ha alcanzado niveles de complejidad relacionados con el desarrollo del ser humano y ha llegado a ser utilizada con fines muy alejados a su función original. En su trabajo cotidiano, se enfrentará a un sinnúmero de situaciones que van acompañadas de una sonrisa, como las risas amables que intercambiamos con un “buenos días”, o esa odiosa risa burlona que humilla, como la risa falsa que se desprende con hipocresía para quedar bien.

Según investigadores de la Universidad de California en Los Angeles, es muy difícil distinguir entre una risa falsa y una auténtica.  De aquí se desprende un reto para el perceptor: ser capaz de discriminar con exactitud entre los diferentes tipos de sonrisa (se dice que hay más de 50) con el objetivo de conocer el significado de una sonrisa en particular, que va a influir, en su interacción social. Imaginemos por un momento la importancia de las consecuencias que se pueden derivar si confundimos una sonrisa que pretende ocultar enfado, y la malinterpretamos como una expresión de alegría. Los expertos en salud mental sugieren volvernos más conscientes cuando reímos. Si bien, una risa amable es benévola, se vuelve inapropiada en los momentos en los que la conducta de la gente es ofensiva. La risa fingida no se puede encender ni apagar, mientras que una risa auténtica fluye con naturalidad. Sonreír hace que la comunicación sea más relajada y es un recurso natural que poseemos para crear situaciones agradables. Se dice que la sonrisa es la expresión más poderosa de la comunicación no verbal.

La sonrisa es síntoma de la felicidad. La sonrisa genera felicidad. La sonrisa y las manifestaciones de alegría son universales: todas las culturas sonríen y manifiestan con este gesto la alegría.

Si aunque no tengamos muchos motivos para ello intentamos sonreír, nos sentiremos mejor. Y esto puede provocar también muchas reacciones positivas en los demás.

Por Manuel Alonso Coratella, consultor de AB Estudio de Comunicación México.

@malonsoc

,

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

SWITCH THE LANGUAGE
Text Widget
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vivamus quis neque vel quam fringilla feugiat. Suspendisse potenti. Proin eget ex nibh. Nullam convallis tristique pellentesque.