Hoy en día hay poca gente que no saque provecho de la tecnología. El uso de internet, las redes sociales y la nube (almacenamiento de datos), entre otras innovaciones, se ha hecho indispensable en nuestra vida cotidiana, desde contactar a un amigo que vive del otro lado del mundo por medio de imagen, hasta hacer transacciones de negocios a través de la red. Las empresas aprovechan los rastros de datos que dejamos cuando hacemos búsquedas en internet y, aunque parezca contradictorio, nosotros aceptamos estas condiciones al ingresar en Facebook, una página web, y hasta a un buscador. ¿Te has preguntado por qué en Internet te topas con anuncios de departamentos o casas justo cuando estás pensando en mudarte? ¿O por qué hace contacto contigo una empresa si no has mandado tu currículum?
Hay un porqué, y tiene que ver con las herramientas que “persiguen” nuestras huellas:
- Analítica: recopila todos los datos que registras en la web, mismos que se analizan automáticamente para brindarte una mejor experiencia de navegación; por eso, “la red” sabe que estás pensando en cambiarte de casa o de trabajo: no se trata de un mago que lee tu mente detrás de una cortina.
- Big Data: al igual que la analítica, Big Data recolecta grandes cantidades de datos e información para ofrecerte una experiencia personalizada. Algunos ejemplos de este instrumento son:
- Waze: el GPS —sistema de rastreo más usado en el mundo—, se vale de este sistema para saber qué lugares frecuentas más y qué rutas sueles tomar; así, cuando lo usas la aplicación te puede indicar la manera más rápida para llegar a tu destino.
- Spotify: la plataforma más popular de música saca provecho de tus datos para presentarte opciones parecidas a lo que escuchas en determinado momento.
Por ejemplo: Si estás oyendo Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi, la herramienta automáticamente piensa estudia tus gustos y te sugiere escuchar la Partita No. 4 de Bach. Dicho lo anterior, ¿seríamos capaces de vivir sin la tecnología? ¿Cuánto tiempo podríamos pasar sin revisar quién visitó nuestro perfil de Facebook, sin consultar las noticias del mundo o sin saber, vía LinkedIn, en qué empresa hay vacantes? Definitivamente, nos hemos hecho adictos a la tecnología…¿Realmente es tan malo?
Por Citlalli de la Paz, consultora de AB Estudio de Comunicación México.