Tener el titular “señuelo”, aunque no sea riguroso con lo que cuenta la información, es una fórmula tan habitual en algunos Medios online que, incluso, empieza a estandarizarse. Al margen de lo que se cuente, o de lo que se quiera informar, sólo hay un objetivo: ganar lectores a un sólo precio; el clic del titular.
Algunos Medios online han entronizado al titular hasta convertirlo, en ocasiones, en la parte exclusivamente relevante de sus noticias. Twitter, Facebook o correos diarios con notificaciones de titulares refuerzan el dar “título vitalicio” a esta estrategia mediática y, parafraseando Mc Luhan, “el titular es el mensaje”.
Como sabemos, Google utiliza las “palabras clave” para que funcione su buscador. Y si queremos que nuestra noticia la encuentren fácilmente nuestros lectores, tendremos que elegir estas palabras para nuestros titulares. Una palabra de estos aporta “más puntos” a esa noticia a la hora de que aparezca antes en Google ya que cuenta con una etiqueta <h1> en su código de programación.
Todos coincidimos en que la frase que encabeza una información es un gran porcentaje de la noticia y que de ella dependerá, en gran medida, que nuestro lector haga clic o no en la misma. Pero me pregunto; ¿vivimos la dictadura del “CLICTULAR”? Si ya no se habla de sensacionalismo, exageración, falta de veracidad y la retórica lo aguanta todo, es lo correcto entonces que nos acostumbremos a ser lectores sin síntomas, dóciles y vacunados contra esto. O, al contrario, criticarlo en arar de un periodismo mas riguroso y objetivo.
Dejo ahí mi breve reflexión. Nos dijeron que los titulares tenían que ser claros, concisos, directos y veraces. Pero últimamente, como decía el niño de la película “El sexto sentido”, en ocasiones los veo largos, imprecisos, capciosos. Un simulacro de realidad a la medida de un pequeño artilugio provisto de un pulsador llamado ratón.
Ana Rodríguez, directora de Estudio de Comunicación