La función didáctica del periodismo económico

El Banco de España publicó, en el pasado mes de mayo, un Estudio sobre la Educación Financiera entre la juventud con resultados, cuando menos, preocupantes. Un ejemplo: el 51% de los jóvenes (con edades entre los 18 y los 24 años) no saben qué es la inflación y eso que la información económica pelea con la política en las portadas de los periódicos y en la apertura de los telediarios, hoy sin ir más lejos, con los Presupuestos Generales del Estado en boca de todos.

En una sociedad donde la lectura de periódicos es cuestión de una minoría a la que las nuevas generaciones (millennials y Generación Z, entre otras) miran con sorpresa y de reojo, los medios de Comunicación se han lanzado a la búsqueda de canales y contenidos personalizados en función de las necesidades y preferencias de cada uno. Por ello, leer un periódico que deja rastro de tinta en las manos es una rareza.

La función didáctica que siempre ha acompañado al periodismo está dando paso a una más centrada en el divertimento y el ocio, que pide a gritos cantidad y rapidez lo que en algunos casos, se traduce en una pérdida de calidad.

El periodismo ha tenido, tiene y tendrá un componente educativo fundamental para la sociedad, No obstante, es necesaria redefinir algunos parámetros en aras de atraer la curiosidad de los jóvenes. Al fin y al cabo, la información económica es tan o más divertida que la deportiva. Al menos, hoy.

Por Fernando Cardona, consultor en Estudio de Comunicación España.

@FerCardonaSant

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