Los recientes cambios en la Ley de Protección de Datos que avalan que los partidos políticos recopilen datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para sus actividades de propaganda electoral coinciden con la creciente utilización de las redes sociales para la publicidad política en micronichos.
Según una reciente investigación de la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad de Warwick y la Escuela Politécnica Federal de Zurich sobre las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, la publicidad política microsegmentada en redes sociales como Facebook podría haber sido responsable del aumento en hasta un 10% del número de votantes de Donald Trump.
El equipo del actual presidente norteamericano invirtió más de 40 millones de dólares en Facebook y realizó 175.000 anuncios diferentes dirigidos a usuarios de Facebook en función de variables tales como su género, ubicación o adscripción política. El éxito obtenido en 2016 ha garantizado a Brad Parscale, el responsable de medios digitales de la campaña de Trump, su reconfirmación para las presidenciales de 2020.
La proliferación de la publicidad política segmentada en redes sociales cunde mientras proliferan los recelos con respecto a este tipo de propaganda que parece haber adquirido ya carta de naturaleza en todo el mundo , a pesar de escándalos como el de la consultora Cambridge Analytica, acusada de obtener ilegalmente datos de millones de personas de sus cuentas de Facebook para influir en la elección de Donald Trump-
En España, la Agencia Española de Protección de Datos se ha apresurado a negar que las modificaciones introducidas en la nueva Ley de Protección de Datos permitan crear bases de datos con perfiles ideológicos y políticos o se abra la puerta al envío de propaganda electoral sin consentimiento.
Por Adolfo Lázaro, consultor senior de Estudio de Comunicación España.
@alazaro_m