Un mundo sin Internet se nos antoja prehistórico, de una realidad muy lejana. No obstante, este invento nacido de la hostilidad en plena guerra fría sólo cuenta 50 años, en los que, eso sí, ha avanzado a mucha velocidad. El llamado invento del Siglo celebra este 17 de mayo su propia efeméride, casi como si se tratara de un famoso o una figura notable de nuestra Historia. Y es que, en cierta medida, lo es.
Esta vasta red que nos conecta a todos no celebra su aniversario este día por pura casualidad. Realmente se trata también del día de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información. Originalmente, conmemora la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicadores, y la firma en 1865 del primer Convenio Telegráfico Internacional. Con la llegada de Internet en 1969, se decidió mantener la misma fecha para ambos eventos. El motivo por el que se decidió esta fecha, ahora tan especial, era para crear conciencia entre sus propios usuarios sobre el impacto que las tecnologías de la información ejercen sobre la economía y la sociedad.
No es para menos. Con su breve Historia entre nosotros, el uso que le damos a Internet ha modelado nuestra vida hasta el punto de ser decisivo en la supervivencia de las empresas. Incluso, en 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró su uso como un derecho humano, precisamente por la importancia que ha venido adquiriendo en todos los ámbitos de la sociedad. Según un análisis realizado por Infoempresa.com para ‘El Español’, en 2018 más de 700 empresas incorporaron el apellido “digital”, “Internet” u “online” a su razón social. Ya nadie se imagina que una entidad, sea cual fuere su actividad, no tuviera registrada su marca en las distintas plataformas de las Redes Sociales, o que no tuviera digitalizados sus archivos, o incluso que sus empleados no trabajasen a través de distintas herramientas online.
En comunicación Internet ha supuesto una transformación radical de los medios y sistemas con los que nos relacionamos. Ha sido la base para modificar nuestra manera de informarnos y de relacionarnos. Un universo que plantea grandes retos y grandes incógnitas en el futuro. Tal vez una de las más inquietantes: ¿realmente tenemos el control?
