Si nos centramos en el intangible de la Reputación, muy sensible en una sociedad multi conectada y de “posverdad” como la nuestra, ésta se configura cuando la relación de confianza de los clientes en la empresa se consolida a largo plazo y permite a las organizaciones sobrevivir en tiempos de crisis.
En los últimos 20 años, hemos escuchado con frecuencia en el ámbito profesional la frase: “Las personas son el principal activo de la empresa”. En el momento actual, el llamado factor humano es aún más relevante cuando conocemos que el valor de los intangibles – variables cualitativas relacionadas con la “experiencia” del cliente- supone, según muchos expertos, entre el 50% y el 80% del valor de las empresas. Si nos centramos en el intangible Reputación, muy sensible en una sociedad multi conectada y de “posverdad” como la nuestra, ésta se configura cuando la relación de confianza de los clientes en la empresa se consolida a largo plazo y permite a las organizaciones sobrevivir en tiempos de crisis.