Gestión de la comunicación en un litigio

Capital Humano.- Un juicio de cierta notoriedad pública genera otro paralelo: el juicio mediático. Una empresa o una persona investigada en un proceso legal puede ser condenada por los medios antes que por el juez. Esa condena deja un poso muy profundo en la reputación de las empresas o de las personas y puede llegar a ejercer cierta influencia en el juicio y traducirse en una condena mayor o menor o en una absolución. Sorprende, además, la rapidez con la que se filtra la información a la prensa, generando en ocasiones auténticas indefensiones de quien se entera antes de los hechos por los periódicos que por el juez.

La sentencia mediática nunca será decisiva en la toma de decisión de un juez, pero sí puede generar una corriente de opinión pública a favor o en contra del juzgado. Por ello, la gestión de la información relativa a todo proceso judicial debe realizarse con una sensibilidad especial por las consecuencias que puede tener en el juicio que, en última instancia, es el realmente importante por las consecuencias que supone para la persona o personas juzgadas. En la gestión de temas de tanta sensibilidad, la agencia de comunicación o el responsable de comunicación de un investigado debe trabajar codo con codo, siempre en línea con la estrategia jurídica y los argumentos que la defensa esgrime. Esos argumentos deberán ser aligerados de su contenido técnico jurídico y traducidos al lenguaje más periodístico con el objetivo de que se conozcan por la opinión pública y que el investigado también pueda ejercer ese derecho a ser defendido en el juicio mediático paralelo.

La sentencia mediática nunca será decisiva en la toma de decisión de un juez, pero sí puede generar una corriente de opinión pública a favor o en contra del juzgado

Un factor determinante en la gestión de la comunicación en un proceso judicial radica en los distintos tiempos que manejan juzgados y Medios, ya sea televisión, radio o periódicos, tanto digitales como en papel. Mientras que la maquinaria judicial se mueve a un ritmo lento, los Medios deciden y emiten información prácticamente al minuto, en el día. Los periodistas luchan ferozmente entre sí por dar una información antes que un competidor y viven en una carrera permanente entre ellos por dar exclusivas. En este sentido, la gestión con los Medios es clave. Es importante lograr establecer una relación de confianza con los periodistas en la que se logre que respeten la información y así la publiquen, en muchas ocasiones como contrapeso a la información interesada que puede dar otra de las partes, por ejemplo. En esta línea, tener una relación fluida y estable con los periodistas es clave para actuar a tiempo y dar respuesta a ese tipo de información interesada que se puede a publicar.

La información que se ofrezca, en todo momento, debe ser consensuada con el equipo de abogados que atiende el caso. Esa información debe estar siempre acorde con la línea de defensa común para actuar en el doble frente legal y mediático.

Tener una relación fluida y estable con los periodistas es clave para actuar a tiempo y dar respuesta a ese tipo de información interesada que se puede a publicar

LOS PÚBLICOS

Los distintos públicos del caso también marcan el modelo de comunicación a seguir. Puede ser habitual que existan colectivos interesados en el proceso y que lo sigan por determinados intereses. Por ejemplo, colectivos sociales de distinta índole, como ecologistas, sectoriales, etcétera. Estos colectivos suelen tener una gran proactividad en defensa de, por ejemplo, personas desahuciadas de sus hogares, zonas especialmente protegidas por su valor medioambiental, operaciones financieras como préstamos o hipotecas, etcétera. También son muy proactivos a la hora de atacar a personas investigadas en los procesos en defensa del interés de las personas supuestamente perjudicadas por los hechos imputados al investigado. Esto es especialmente relevante cuando se personan como parte, normalmente como acusación particular, en los procesos legales. Figurar como parte dentro del proceso les da acceso directo a la información sensible que se maneja dentro del juicio y pueden usar esa información en su beneficio.

En resumen, los litigios, los juicios, las investigaciones que generan la cobertura de los Medios de Comunicación porque han captado la atención de la opinión pública van acompañados de juicios mediáticos paralelos que pueden tener una clara influencia en el proceso legal y sobre todo en la reputación de los afectados. Por tanto, aparte de un buen abogado, es muy conveniente disponer de un buen equipo de comunicación, con experiencia en este tipo de proceso, que también defienda los intereses de las partes en el juicio mediático. Todos tenemos derecho a ser defendidos.

Por Juan Francés, Socio en Estudio de Comunicación

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