La IA nunca sustituirá a la creatividad, el ingenio y la empatía

Merca2.0.– Por Carlos Bonilla, Socio en AB Estudio de Comunicación

Los beneficios de la inteligencia artificial son muchos: resolver problemas energéticos, de desalinización del agua, alimentarios, etc.

La Inteligencia Artificial (IA) también está revolucionando el entorno empresarial.  Ya se utiliza en numerosas aplicaciones comerciales y de producción, incluida la automatización, el procesamiento del lenguaje y el análisis de datos productivos. Esto permite que, a nivel general, las empresas estén optimizando tanto sus procesos de fabricación, operaciones, así  como mejorando su eficiencia interna. 

La IA funciona a través de distintas reglas de programación informática que permiten que una máquina se comporte como un humano y resuelva problemas. Puede mejorar drásticamente la eficiencia de los centros de trabajo y hasta aumentar la eficiencia. Al asumir tareas repetitivas o peligrosas, la IA libera fuerza laboral humana para hacer trabajos que impliquen cualidades inimitables como la creatividad, el ingenio o la empatía.

Javier Murillo, CEO de Metrics, dice en una colaboración para El Financiero, que existe una ola creciente asociada a la gobernanza empresarial basada en decisiones tomadas por algoritmos (algorithmic decision governance). “Imaginemos un futuro en el que las máquinas nos sugieren opciones, pero nosotros tomamos las decisiones; las máquinas eligen una opción y nosotros la autorizamos; las máquinas toman decisiones sin consultarnos y solo nos avisan; y otros casos más extremos, las máquinas toman decisiones sin siquiera avisarnos”.

Murillo estima que para el año 2030 la mitad de las decisiones ejecutivas, desde los CEO´s hasta la base en las empresas, serán tomadas por algoritmos. 

Todas nuestras decisiones son de alto valor estratégico. Si respondemos honestamente a la pregunta ¿cuántas decisiones estructuradas tomamos todos los días?, podemos anticipar el número promedio de decisiones que hoy ya podríamos heredar a un algoritmo, dice Murillo.

En el campo de la comunicación y de las relaciones públicas, los profesionales participan activamente en el desarrollo de programas de políticas públicas, monitoreo legislativo y regulatorio, investigación y prospección, diagnóstico político, manejo de crisis, defensa y promoción de causas, estrategias de cooperación gubernamental, entre otros, para diversos sectores e industrias.

Si bien una de las principales aplicaciones de la ciencia de datos es el desarrollo de servicios cognitivos basados en algoritmos que ayudan a los humanos a entender mejor su entorno, a tomar decisiones y/o a predecir escenarios con base en la ingesta, estructuración, procesamiento, entrenamiento y aprendizaje basado en datos, las decisiones siempre son tomadas por seres humanos.

Los beneficios de la inteligencia artificial son muchos: resolver problemas energéticos, de desalinización del agua, alimentarios, etc. Hace que todo sea más rápido, más eficiente y más fácil para los humanos pero, en compensación, las consecuencias o efectos colaterales aumentan.

Quienes ven desventajas en la IA, argumentan que hay que trabajar duro para que se ajuste a los datos no lineales, que puede sufrir con valores atípicos, que en algunas ocasiones es muy simple para captar relaciones complejas entre variables, que las decisiones por algoritmos son inestables, ya que cualquier pequeño cambio en los datos de entrada puede suponer un árbol de decisión completamente diferente, por lo que no se puede garantizar que el árbol de decisiones  generado sea el óptimo.

Sin embargo, la IA llegó para quedarse. Dice Murillo que a diferencia de otras innovaciones tecnológicas, en las que podíamos saltar a la siguiente tecnología sin repercusiones mayores en nuestra la competitividad de las empresas, en el caso de los sistemas de decisión algorítmica, las compañías que la adopten tendrán un factor de diferenciación disruptivo contra quienes decidan no invertir en la gobernanza algorítmica. Aclara que “esto no va a suceder de un día para otro. Será una transformación silenciosa pero constante. El cambio comenzará poco a poco, será sistemático y realmente seremos conscientes de la transformación hasta que suceda la inflexión. Para ese momento el que no se anticipó y preparó, llegará tarde, no como en caso de otras tecnologías que se podía invertir al final”.

Las máquinas tomarán decisiones poco complejas y de bajo impacto. La complejidad y el impacto irá aumentando, seremos conscientes del cambio cuando las máquinas comiencen a intervenir en el negocio central, hasta rozar los procesos más etéreos del negocio. A pesar de ello, la IA nunca sustituirá la creatividad, el ingenio y la empatía, elementos fundamentales para la toma de decisiones estratégicas. Será un importante insumo para que los tomadores de decisiones elijan la más acertada, por ser la más informada, pero el criterio del ser humano siempre representará el elemento de mayor peso para decidir.

La IA será un valioso auxiliar para la toma de decisiones importantes, que hasta ahora pensábamos sólo podía tomar un humano, pero en este proceso la intervención de las personas es insustituible.

@CarlosBonillaMx

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