Influencers a la carta

Cuando oímos la palabra “influencer”, no significará lo mismo para una persona que para otra, ya que dependerá, en gran medida, de la generación a la que pertenezca. ¿Os suena Charli D’Amelio? ¿O Germán Garmendia? ¿Y Ellen Degeneres? Dependiendo de cuánto te suene un nombre u otro, estarás más cerca de la generación z, la generación millennial, o la generación baby boomer. Aunque todos ellos tienen en común que son influencers del mundo digital, hablan lenguajes totalmente distintos, y se mueven en entornos que pueden no llegar ni a rozarse.

Recientemente me topé en internet con una infografía que desglosaba el mapa de los 50 influencers a nivel mundial en cuanto a número de seguidores, ordenados sobre un eje generacional. Aquí no influye solamente el número de seguidores, sino las características generacionales de esos seguidores. Como millennial, me impactó mucho ver que grandes personalidades que tan bien conozco como Eminem o Barak Obama estaban totalmente desplazadas hacia los públicos más sénior y, por tanto, me deslizaban a mí también como consumidora a un segmento más “sénior”. Pero hubo un par de detalles que me sorprendieron y captaron mi atención totalmente.

En primer lugar, los influencers con mayor número de seguidores e impacto están, como no podía ser de otra manera, a caballo entre los millennials y la generación z, dado que son los usuarios que más actividad y tiempo pasan en las redes. No obstante, tras fijarnos, descubrimos que hasta el puesto número 8 no vemos al primer influencer, Kylie Jenner. Por delante desfilan deportistas de élite, cantantes y estrellas del cine. Me resultó, cuanto menos, curioso, que las personas que se dedican de forma profesional a ser influenciadores y a su vida en la red, no sean las personas que más números acumulan en las plataformas sociales.

Otro de los puntos que también me cautivó de la infografía es que el sector “Gaming” ya está totalmente aislado del concepto “influencer”, cuando estos dos términos estaban integrados hace tan solo unos años. De esta manera, si el deportista Cristiano Ronaldo puede figurar como influencer, los gamers también pueden hacer lo propio. No obstante, las archifamosas Kardashians figuran como “otros (tipos de actividad”) en el radar de influencers.

El influencer que influya, buen influenciador será

Está claro que ser influencer no lo es todo para coronarse rey de internet. Y, desde luego, ser un influencer nativo de las plataformas más nuevas, como TikTok, tampoco asegura un éxito rotundo en las estrategias de marketing digital, si éstas no están alineadas con el público al que van dirigidas. ¿Cómo pueden las empresas adelantarse a estos cambios tan vertiginosos y orgánicos? Por un lado, deben permanecer atentas a la evolución de la conversación y de la aparición de nuevas tendencias digitales; por otro lado, para poder aplicar las estrategias de marketing digital con tino, es crítico escuchar a los públicos, segmentarlos y adaptarse a ellos con naturalidad y transparencia. El resultado: ir siempre un paso por delante.

De hecho, las empresas están viviendo todo un reto a la hora de desarrollar e implementar estas tácticas digitales para engarzar con sus públicos, y cada vez más confían en profesionales que monitorizan y estudian estos movimientos, con el fin de diseñar un traje a medida de sus intereses y el de sus clientes.

Por Mérida Miranda, consultora en Estudio de Comunicación.

@merida_miranda1

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