Las relaciones institucionales están estrechamente relacionadas con la comunicación corporativa y, por ello, comparten muchos objetivos. Ambas contribuyen al posicionamiento de una marca o compañía, a su reputación y a la relación de ésta con sus stakeholders. Aspectos que tienen un impacto directo en la cuenta de resultados. Por tanto, las relaciones institucionales son necesarias y efectivas para todo tipo de empresa, incluidas las start-ups.
Uno puede pensar que establecer estas relaciones no son prioritarias, y más aún en empresas emergentes o de nueva creación. Sin embargo, sobre todo en su primera fase o nada más instalarse en un lugar, son esenciales para dar a conocer la propuesta qué hace de servicios y productos; y generar confianza en este público objetivo. En este sentido, estar bien relacionado y tener una red de contactos consolidada es fundamental para que el negocio crezca.
Una estrategia alineada con comunicación
Las relaciones institucionales deben responder a una estrategia que tiene que estar, indudablemente, alineada con los objetivos de la compañía y ser coherente con las acciones de comunicación. Dependiendo del proyecto del que se trate querremos tener contacto con la administración local, de la comunidad o central. Por tanto, habrá que intensificar la relación con los representantes de las administraciones, así como con las instituciones públicas que puedan ser de interés, con el fin de dar a conocer, en el caso de que se requiera, las fortalezas del modelo de negocio, proyecto o producto. Habrá que redactar y enviar cartas, publicaciones, informaciones, invitaciones, etc.
Tal y como se mencionaba anteriormente, el objetivo puede ser que las autoridades entiendan a la compañía, su actividad, y así le faciliten la obtención de los trámites administrativos necesarios para el desarrollo de sus proyectos o incluso aportar el punto de vista de la empresa en cuestión a las autoridades en el que caso de que lleguen a desarrollar una nueva regulación o modifiquen alguna ya existente.
Para lograr los objetivos, la interesada deberá ser proactiva e iniciar una ronda de contactos con quien se establezca en el correspondiente “mapa de públicos”. Para llevar a cabo este acercamiento habrá que planificar una estrategia y unos mensajes ad hoc.
En definitiva, las relaciones institucionales varían mucho según el tipo de empresa o la institución, pero todas se basan en un trabajo constante y planificado.
Inés Amil, consultora de Estudio de Comunicación
