Los desafíos de la información ESG/ASG

En los últimos tiempos, las organizaciones y empresas interesados en presentar sus avances en ESG han estado planteando la necesidad de establecer estándares que permitan hacer un análisis claro, transparente y lo más objetivo posible de lo que están realizando. Es un elemento muy relevante a la hora de hacer frente a uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan, como las acusaciones de greenwashing.

En el mes de julio, EY y Oxford Analytica publicaron el informe “The emerging sustainability information ecosystem” en el que incluyen algunas recomendaciones a la hora de realizar una información sobre ESG/ASG que resulte de utilidad a los grupos de interés.

Reconoce el informe que, hasta el momento, no ha sido posible que los diferentes actores que forman el ecosistema ESG alcanzaran un acuerdo respecto a qué ha de considerarse ESG/ASG, cómo aplicar las métricas que se acuerden o cómo utilizar los datos disponibles.

No obstante, cada vez son más los actores políticos, económicos y sociales que están reclamando información fiable en estos aspectos como elemento clave en la toma de decisiones. Por todo ello, resulta imprescindible generar confianza para que sea posible abordar los desafíos del futuro.  Las recomendaciones que propone para ello son las siguientes:

  1. Aportar mayor transparencia sobre los ratings ESG y asegurar una mayor comprensión de estos. Una de las razones por las que resulta difícil medir la información de sostenibilidad es que cada uno de los componentes del término –environmental, social and corporate governance– tiene sus propios desafíos.
  2. Aumentar la comprensión sobre los diversos usos de la información sobre sostenibilidad. Los dos usos principales de la información sobre sostenibilidad sirven para evaluar el riesgo financiero y el impacto social. Estas no son mutuamente excluyentes, pero se confunden fácilmente.
  3. Asegurar la independencia, la aplicación de los estándares y la mejora del rigor en los informes, de la misma forma en cómo lo hacen los reportes financieros. Apoyarse en sistemas de garantía independiente como fórmula para generar confianza en la información.
  4. Desarrollar clasificaciones de finanzas sostenibles consensuadas que contribuyan a eliminar la confusión sobre lo que se considera sostenible y lo que no lo es. Permitiría un mejor seguimiento, la comparabilidad y la transparencia de la información, con independencia de los intereses de los grupos de interés y de los mercados.
  5. Reducir las barreras de entrada para las entidades procedentes de economías emergentes.

En definitiva, se trata de seguir apostando por la transparencia en la información como una fórmula eficaz que nos permite asegurar que estamos desarrollando una gestión responsable en nuestras organizaciones.

Por Gerardo Miguel, director en Estudio de Comunicación

@GerardoMiguelb

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