Si bien es cierto que vivimos en un mundo volátil, incierto, cambiante y ambiguo, el conocido como entorno VUCA, como le llamamos hasta ahora, ha sido destronado por BANI, una nueva forma de definir la realidad desde la pandemia. Porque el mundo no es el mismo desde 2020.
Tal y como explica el creador de este nuevo concepto, el antropólogo americano Jamais Cascio: VUCA es un concepto que se empezó a utilizar en los años 90 por el ejército americano para referirse a la situación que se vivía en aquellos momentos. Ilustra el tipo de mundo que surgió tras la Guerra Fría, cada vez más interconectado y fuertemente digital. En los 2000, ese concepto saltó a los libros de negocios y estrategia, porque la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad se habían convertido en asuntos comunes entre las personas que trabajaban en estrategia y planificación.
Pero la pandemia llegó y lo cambió todo. Ahora BANI nos habla de un entorno frágil (lo que sucede en un país influye a nivel mundial), basado en la ansiedad (estamos en continua alerta, sabemos que nos tendremos que enfrentar a nuevos problemas), no lineal (una pequeña decisión puede tener grandes consecuencias, no hay una relación causa efecto) e incomprensible (aunque dispongamos de mucha información, algunas situaciones escapan de la lógica).
Esta representación simplificada de la realidad nos permite delimitar mejor el mundo en el que vivimos y definir las respuestas más acertadas para un entorno cambiante (y, tal y como indica la propia palabra, incomprensible).
En este contexto BANI, a nivel empresarial, las marcas deben ser capaces de obtener información precisa y constante, a través de la escucha activa y las relaciones con sus stakeholders, para estar preparados ante los diferentes escenarios que se pueden producir y tomar las decisiones más acertadas. También en comunicación.
María Luisa Guerrero, consultora sénior en Estudio de Comunicación
